La evolución que ha tenido el festival Picnic fue especialmente evidente en su décima edición, cuya primera jornada se realizó este sábado 8 de febrero en el Centro de eventos Pedregal. La alineación de los artistas invitados tuvo coherencia, así como el acomodo en tarimas, con presentaciones que se mantuvieron puntuales. A continuación, profundizo en algunos de los mejores espectáculos que pude presenciar. Eso sí, evité otros a propósito para no llevarme un mal rato.
Luar la L: El puertorriqueño fue una llama incandescente en un espacio que lo acogió con euforia. Su show no requirió de muchos artificios para convencer e impresionar. Su fusión de reggaetón y trap, sumada a una lírica intensa, fue más que suficiente para echarse a la audiencia en el bolsillo. En el escenario se le vio confiado y también se le vieron los bóxers, debido a sus pantalones que retaban a la gravedad.
Cypress Hill: Su presencia es un recordatorio de las segundas oportunidades que da Picnic. Ya habían venido a la edición del 2023 en una tarima bajo techo que podía quedarse limitado para su carrera. Esta vez, el cuarteto de Hip-hop se apropió de un escenario al aire libre, logrando uno de los momentos más auténticos del festival.

Nicki Nicole: La argentina apareció tarde por la noche en un show que deja la impresión de que tiene el potencial para regresar al país con un espectáculo solo suyo. Su talento para rapear es de otro mundo, pero todo su repertorio más cercano al pop y a géneros latinos también conecta de inmediato con la audiencia.
Rawayana: Su show divertido, dinámico y versátil me hizo entender por qué es un invitado recurrente a Picnic. La banda venezolana enciende el baile con rapidez, con un repertorio que integra cuanto género les entre en gana. Hora loca, Dame un Break y Funky Fiesta son ejemplos de una celebración que alborota el panal. Haber ido a ver a Fonseca después de ellos, me hizo sentir que el show del colombiano es anticuado.
Sublime: En su reencuentro, la banda estadounidense transpira un sonido noventero, algo que se percibe también en sus visuales. Jacob Newell se mostró sólido en el rol que tuvo su padre. Además de la esperable Santería, otras piezas fundamentales que sonaron fueron What I Got y Caress Me. Me convenció su sonido más en vivo que en estudio.

Gwen Stefani: Lo último para lo mejor. El show de la ex-No Doubt es impresionante, consolidándola como una de las mejores headliners que ha tenido este festival. Stefani tiene la energía de una inagotable profesora de zumba, mientras que su voz es imponente pieza tras pieza. Cantó una larga lista de éxitos, pero inclusive las canciones menos populares calaron en la audiencia. Se sintió afable y no se guardó nada en el repertorio, pasando de clásicos como Just a Girl y la matona Ex-Girlfriend a la divertida Rich Girl. ¡Tremenda artista!
La barra queda muy alta para la siguiente fecha, el sábado 15, y para lo que venga después.
Festival Picnic
Fecha: 8 de febrero.
Lugar: Centro de eventos Pedregal.
Organización: Jogo.
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