Ingredientes
1 cda. de jugo de limón
1 cdita. de ralladura de limón
1 cdita. de ralladura de naranja
2 cdas. de mostaza Dijon
2 cdas. de eneldo finamente picado
sal y pimienta al gusto
2 cditas. de pimienta negra y blanca en grano
1 cdita. de semillas de culantro
2 cdas. de sal marina gruesa
2 cdas. de azúcar
1 taza de eneldo picado
500 g de filetes de trucha con piel
Preparación
La salsa:
Mezcle todos los ingredientes en un tazón. Reserve.
El gravlax:
1. En un sartén, tueste levemente las pimientas negra y blanca, y las semillas de culantro. Luego triture las semillas. Mezcle las especias con la sal gruesa y el azúcar.
2. Forme pequeñas incisiones en la piel de las truchas. Masajee la piel de los filetes con las especias mezcladas. En un pyrex o en una bandeja forme un cama con la mitad del eneldo.
3. Distribuya los filetes sobre el eneldo con la piel hacia abajo. Cubra los filetes de trucha con la sal y el eneldo sobrante.
4. Envuelva el pyrex con papel plástico, presionando sobre el pescado con el fin de que la sal quede compacta y sin aberturas. Lleve a refrigeración por una noche, como mínimo, para que los filetes se vayan curando; lo ideal sería dos días.
5. Pasado el tiempo, retire de la nevera. Con mucho cuidado, quite el sobrante del marinado seco. Luego corte los filetes en rebanadas finas con un cuchillo bien filoso.
6. Para servir, coloque las rebanadas de trucha sobre rodajas de pan y báñelas con la salsa de mostaza y eneldo.