
Los años veintes y treintas se caracterizan por el surgimiento nuevos cánones para la vestimenta. Muy de la mano del empoderamiento femenino tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918) diseñadores como Gabrielle "Coco" Chanel rompen con los elementos más tradicionales del vestir.
Las pieles finas adornaban la vestimenta femenina de la época. El jazz, el voto femenino y la guerra marcan el inicio de una manera de pensar menos conservadora.

Las mujeres cortan sus cabellos y lo adornan con sombreros más pequeños. Las medias se convierten en un accesorio indispensable en el guardarropa al utilizar los vestidos más cortos y las pieles finas como el zorro siberiano, astracán o el armiño eran un símbolo de clase alta.
