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Definitivamente la moda dejó huella. Los cuadros, flores y mezclilla llegaron para quedarse.
La asesora de moda Adriana Chinchilla asegura son dos las tendencias que definitivamente marcaron la época: la grunge, que era como la tendencia rebelde, que buscaba salirse de los estándares y quería revolucionar; y la imagen de niña buena.
"Los cuadros en todo tipo van a retomar la moda más roquera y alocada. Se utilizaba mucho camisas abiertas y suetas. También la mezclilla, los pantalones altos y la combinaciones con cuero o lo sintético", comentó.
En los 90 las flores estaban muy de moda, siempre y cuando fueran grandes y vistosas. Igualmente fueron protagonistas los overoles y la combinación de falda, blazer, pantis y tenis.
Chinchilla destaca los estampados tipo pata de gallo, ideales para usar en blusa, pantalón o blazer. Pero advierte que una mala mezcla podría hacer que se vea un poco más gruesa de lo que en realidad es.
Se recomienda usar solo un elemento de pata de gallo a la vez, el resto debe ser liso en tonos como el negro, el blanco y el rojo.
"Se podría combinar con otros escampados, pero que sean muy grandes para no crear mucho contraste", reiteró la experta.
En cuanto a las impresión florales se pueden armonizar siempre y cuando tengan la misma tonalidad. Además se ven súper bien con la mezclilla. Algo similar le pasa a los cuadros. No obstante, las personas más conservadoras o más adultas deberán de cuidar no verse muy "retro", en este caso lo ideal es una sola pieza estampada.
"Lo que no hay que vestir es aquella moda para ir al gimnasio de licras con medias gruesas. Pero sí se permiten las camisetas universitarias y abrigos grandes".
Ah... por último, no se le ocurra ¡jamás! unir las flores y los cuadros.
