
Si busca algo nuevo que intentar en la cama, lo nuevo del juego previo es conocer las zonas erógenas del cuerpo. Una de las más excitantes es el cuello. Descubra cómo estimularla en él y en ella.
Para él:
Cuando menos se lo espere, agarre su cuello suavemente y bese detrás de su oído.
Cuando él se voltee a besarla, rodee su cuello con su brazo y béselo. Los mordiscos son opcionales.
En lugar de levantar los labios después de cada beso, deslícelos por todo su cuello, muévalo a sus oídos, a su pecho y, si gusta, puede terminar ahí abajo, aunque no es completamente necesario para excitarlo.
Dele unos besos de piquito gentiles y muerda su cuello.
Dígale unas palabras de amor y bésele el cuello apasionadamente. La combinación de romántico y salvaje lo volverá loco.
Para ella
Para las mujeres que tienen el cabello largo, tan sólo el acto de moverlo hacia un lado y deslizarlo por el cuello puede ser erótico, así que haga exactamente eso.
Voltéela y sujétela a la cama. Alterne mordiscos y besos en la base de su cuello y vaya quitándole la ropa sensualmente.
Trucos adicionales
Existen 2 áreas súper sensibles que merecen atención: una está justo detrás de la oreja y la otra entre el cuello y la clavícula.
Puede poner presión en el cuello y concentrar sus labios en la clavícula o alternar ambas zonas erógenas, lo que funcione mejor.
Incluso un respiro cálido es suficiente para excitar las terminaciones nerviosas del cuello, tanto de hombres, como de mujeres. Empiece con algo lento como una exhalación y termine con los mordiscos.
Sea cuidadosa con las marcas, de otra forma podría terminar con chupetones nuevos.
Coma algo frío (como una paleta helada o un chocolate congelado) y juegue con las temperaturas sobre la piel. El calor del momento lo agradecerá.