La copa menstrual es una alternativa frente a las toallas y los tampones, que tiene una vida útil de hasta 10 años frente a los miles de productos íntimos que gastamos a lo largo de nuestras vidas.
Personalmente desde hace meses me empezó a interesar el tema de la copa menstrual, varias amigas hicieron el cambio. En diferentes redes sociales, por ejemplo en youtube muchísimas mujeres han compartido su experiencia como la famosa Yuya (youtuber que tiene más de 18 millones de seguidores).
Entonces al ser una alternativa tan interesante obviamente en Perfil quisimos probarla, bueno yo quise probarla -¿quién dijo miedo?-. Una alternativa para conseguir una copa menstrual es por medio digital en el facebook de Copa Menstrual MeLuna, ya que ellas tienen envíos a todo el país.
El primer paso para tener una copa menstrual es familiarizarse con la copa: está hecha de TPE (Elastómero Termoplástico, silicona) libre de látex y componentes tóxicos.
Las chicas de MeLuna lo asesoran a uno desde el primer día para escoger el tamaño de la copa ya que todas las mujeres somos diferentes de pies a cabeza, claramente el tamaño de nuestras vaginas también difiere. Este cuestionario incluye preguntas personales: si ha tenido hijos o no, la estatura, el peso, si practica regularmente ejercicios, etc.
Cuando me dieron la copa, Ligia Ávila de MeLuna, vino a explicarme varios detalles de la colocación y cualquier duda que se me ocurriera en el momento. Normalmente, con solo los videos y la comunicación por medio del Facebook uno puede entender estos pasos.
Sin embargo, les dejo estas recomendaciones que aprendí junto a Ligia y con mi experiencia:
1. Esterilizar la copa: es muy sencillo, solo hay que poner la copa en agua hervida, puede ser en una taza de cerámica (solamente evite que le pregunten si se está haciendo un tecito porque puede resultar un momento muy incómodo -experiencia personal-).
2. Hay varias formas de introducir la copa menstrual: doblándola como un taquito o empujando una parte para adentro. Es importante que la copa esté mojada para que sea más sencillo, esto se puede hacer con agua o lubricante a base de agua -pero no lo dejen a la vista de todos porque también puede ser incómodo, digo se me ocurre, no es que me sucediera esto-.
3. Sentada, de cuclillas, en la cama, en la ducha, esto es una decisión personal y verse como contorsionista para ponerselas las primeras veces es parte de la experiencia. Les advierto, no es a la primera que se logra poner bien, ni a la segunda, es importante un poco de práctica antes de sentirse cómoda y bien puesta. Es esencial estar relajada tanto a la hora de la introducción como la expulsión de la copa.
4. Resulta fundamental asegurarse que la copa está bien puesta y se logró abrir adentro, ya que si no se abre hay posibilidad de que no funcione al 100% y haya goteos.
5. La copa se puede utilizar durante 12 horas. En este punto me detengo, de verdad la copa aguanta mucho tiempo porque el flujo no es tantísimo como nos lo pintan las toallas y los tampones, ahí se expande y se ve mucho.
6. Se puede utilizar para dormir y para ir al gimnasio. En esta primera semana lo hice así primero con un poco de recelo y luego con más confianza y de verdad no pasa nada.
7. Se debe limpiar solamente con agua cada vez que se vuelve a usar durante el periodo y cuando se termina se debe esterilizar con agua hervida, al igual que hacer el mismo proceso al mes siguiente. Si se está en un baño público es recomendable utilizar una botella de agua para enjuagarla. Sin embargo, porque los lapsos de 12 horas son tan largos yo casi siempre pude limpiarla en mi casa después de la jornada laboral y mis actividades diarias.
¿Qué se siente? Si está bien introducida no se siente ABSOLUTAMENTE nada, realmente es increíble lo cómoda que es. Y en realidad solita va metiéndose más adentro hasta que en serio no se siente. Luego para extraerla se debe estar en una posición relajada hacer un poco de presión hasta alcanzar la puntita y ya con eso es muy fácil sacarla con movimientos hacia los lados.
¿Qué fue lo que más me gustó? Mientras uno tiene puesta la copa es como no andar con periodo porque uno ni se entera cuánto ha bajado, no hay sangrado, ni manchas por lo tanto uno gasta menos papel, dura menos en el baño, todo es muy práctico. Además, saber que es una inversión y que se está haciendo una pequeña contribución en beneficio con el medio ambiente también es muy positivo.
¿Es asqueroso? Para nada, creo que es importante no ver el periodo como algo malo o que no se debe hablar. Es algo que nos va acompañar por muchísimos años y que al normalizarlo podemos empezar a entenderlo más. Sin embargo, si no está dispuesta a tener esta mentalidad y la sangre le da mucho asco, tal vez esta no es la opción ideal para usted.
Las ventajas de su comodidad, facultades agradables para el ambiente, su precio versus los millones de tampones y toallas que se gastan en el mundo cada año, los 500 años que tardan las toallas en degradarse le deberían poner a reflexionar: es hora de cambiar las reglas del juego.