Expertos recomiendan retirar el exceso de ceniza barriendo la superficie suavemente, aspirarla para eliminar las partes más finas del polvo volcánico, y cuando el material lo permita, lavar el piso.
La ceniza también puede provocar daños en los pisos generando una suciedad profunda si tienen alto relieve y textura, así como ocasionar ralladuras en el porcelanato pulido.
Usted probablemente es uno de los miles de ciudadanos del Gran Área Metropolitana (GAM) que se ha visto afectado la caída de ceniza volcánica. La recomendación de los expertos es retirar en la medida de lo posible la ceniza de las superficies. ¿Pero sabe cómo debe limpiar los pisos de su hogar o negocio para eliminar completamente la ceniza?
Sandra Marín, de Expocerámica, explica paso a paso cómo hacerlo:
- Retire el exceso de ceniza barriéndola suavemente con una escoba.
- Posteriormente aspire el piso para eliminar las partes más finas del polvo volcánico concentrado en la fragua o sisa.
- Finalmente, limpie el piso con un trapo húmedo, y repita las veces que lo considere necesario.
Para la limpieza de los pisos rústicos (con relieves, rugosos o que tengan textura) y fraguas (divisiones entre las piezas), en donde se almacena mayor cantidad de partículas no basta solo con barrer y pasar un trapo húmedo.
Este tipo de pisos requieren de una limpieza más profunda con producto químico (ácido fosfórico). Para lograrlo, siga los siguientes pasos:
- Realice una la prueba en dos piezas del piso.
- Moje el piso y fragua con agua del tubo.
- Seque el exceso de agua del piso, dejando las sisas húmedas para evitar la decoloración.
- Espere cinco minutos para que permee el agua en la sisa.
- Diluya ácido fosfórico en la siguiente proporción: 1 parte de agua por 1 parte de producto.
- Vierta la mezcla sobre el piso y restriegue en forma circular con una esponja blanca o una que no raye, o bien utilice un cepillo de nylon.
- Deje la mezcla reposar de 5 a 10 minutos.
- Vuelva a restregar con la misma esponja.
- Seque con un trapo para retirar el 100% de producto y agua.
Para la limpieza de los pisos laminados lo ideal es pasar únicamente una escoba, aspiradora y un trapo ligeramente humedecido, prácticamente seco, ya que estos no se pueden mojar. Si fuera necesario, este piso se puede restregar con un cepillo o esponja.
Los pisos vinílicos, al ser hechos con PVC (plástico), sí resisten una limpieza más profunda con agua. Para este tipo de pisos se recomienda primero aspirar la ceniza y retirar el sobrante con un trapo húmedo.
Para pisos de casas nuevas se recomienda utilizar una fragua idealmente epóxica que no se mancha y sella únicamente las sisas.