Complementar algunos tiempos de comida con una copa de vino suena bastante bien, el truco para que sea positivo para el organismo está en realizarlo de manera moderada. Si logra hacerlo de esta forma podría sacar provecho de los beneficios que otorga esta exquisita bebida.
Lo que hace al vino diferente a otras bebidas es que ingerirlo con medida y acompañado de frutas, vegetales, frijoles, nueces, granos integrales, pescado, aceite de oliva y pequeñas cantidades de productos lácteos, forma parte de la dieta mediterránea: un plan de alimentación usado para disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, depresión y demencia al ser considerado uno de los patrones alimentarios más saludables.
"Además, aporta menos calorías y carbohidratos que otras bebidas”, explicó la nutricionista Mariela Parajeles.
Beneficios
Entre los principales beneficios de esta bebida están:
- Ayuda al control de peso: el vino tinto dispone de una propiedad muy especial: activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa. Además, nos permite estimular las existentes para depurarlas e ir eliminándolas poco a poco.
- Salud mental: beber vino de forma equilibrada, moderada pero constante, hace que podamos prevenir demencias y enfermedades degenerativas de nuestro cerebro.
- Elimina infecciones en las encías: las uvas tienen compuestos que, al ser fermentados, evitan la aparición de los estreptococos y bacterias vinculadas a las caries, además de ser muy eficaz contra la gingivitis e incluso dolores de garganta.
- Nos hace felices: al tomarlo, liberamos endorfinas, relajándonos y disfrutando más del momento.
- Salud cardiaca: el vino tinto es rico en vitamina E, que ayuda a limpiar nuestra sangre, evitar coágulos, protegiendo los tejidos de los vasos sanguíneos.
- Disminuye el riesgo de cáncer: Ee un gran antioxidante. Un recurso natural capaz de bloquear, por ejemplo, el crecimiento de las células responsables del cáncer.
Con moderación
De acuerdo con Mariela Parajeles, de Consultas Nutrición, un consumo prudente de vino equivale a una o dos copas por día en hombres y una copa en el caso de las mujeres.
Cabe destacar que beber vino en exceso también podría generar resultados negativos como el aumento del riesgo de osteoporosis y de cáncer de seno; asimismo, podría promover incrementos de peso y desencadenamiento de migraña. A su vez, en caso de mezclarlo con medicamentos podría provocar resultados peligrosos para la salud.
En el caso del vino blanco, espumante blanco o rosado ⅓ de copa equivale a una harina. En cambio una copa de vino tinto es lo mismo que una harina.
Si lo comparamos con una cerveza regular, resulta que una entera equivale a dos carbohidratos.