Escuchar
Los finlandeses adoraban los baños saunas porque para ellos no solo significaba purificar el cuerpo, también el espíritu. Ese vapor que se genera hace que se dilate el poro, se oxigene la piel y así quede receptiva a los nutrientes que podamos brindar. Asimismo, los saunas son perfectos para eliminar esas toxinas que salen a través del sudor.
Gloriana Durán, esteticista en la Escuela Europea de Estética (CEM), comenta que esa es la razón por la que encontremos un sauna en un gimnasio o un spa. “Es un método especial para desintoxicar el organismo, permite que la piel se oxigene, resulta efectivo como complemento en tratamientos adelgazantes, facilita el intercambio de gases y es anti estrés”, detalla la especialista. Todo eso se logra por el intercambio de gases producto del vapor y los corporales que permite que las células se oxigenen y el metabolismo se acelere.
Por su parte, Evelyn Rojas, fisioterapeuta y esteticista en Estética Eve, explica que además los saunas son ideales para terapias. “El calor disminuye el dolor de una fibromialgia, a la vez nos relaja, mas si son los saunas en los que se agregan hierbas especiales para aliviar un dolor o simplemente para relajar”, detalla la especialista.
Lo que sí es un mito es que los saunas adelgazan. “Sé que mucha gente se pesa antes de ingresar al sauna y luego lo vuelven a hacer al salir. Es obvio que van a tener una reducción pues a través del sudor hay una liberación de líquidos, pero en el momento que vuelven a hidratarse, el peso vuelve a ser el de siempre”, explica Rojas.
“Antes de ingresar a un sauna la piel tiene que estar limpia, y preferiblemente las personas no deben aplicarse productos, afeitarse, ni fumar, ni comer y por supuesto sin aparatos eléctricos. También es bueno chequear que la temperatura que no alcance 194° F”, culmina Durán.
Fuentes: Gloriana Durán, esteticista en la Escuela Europea de Estética (CEM) (Tel. 2296-0126) / Evelyn Rojas, fisioterapeuta y esteticista en Estética Eve (Tel.: 2280-1816)
