De las siete especies de tortugas marinas del mundo, cinco anidan en Costa Rica. Miles y miles de crías de estos impresionantes reptiles nacen en playas costarricenses del Caribe y el Pacífico año con año. Esta es una prueba más de que nuestro país es privilegiado.
De aproximadamente 300 especies de tortugas que se han registrado, 250 son de agua dulce, 60 terrestres y solo siete marinas. De estas últimas, la Baula, Lora, Verde, Carey y Cabezona buscan nuestro país para servir de casa cuna a sus huevos. Así, las únicas dos especies marinas que no visitan Costa Rica son la tortuga De Kemp (ubicada en Rancho Nuevo, México) y la Espalda plana (Australia, Nueva Guinea, Indonesia).

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Durante todo el año, principalmente entre los meses de mayo a enero, las tortugas nadan por el Pacífico y el Atlántico en busca de un sitio especial para depositar sus huevos hasta llegar a las playas ticas. Las arribadas, las anidaciones y posteriormente la eclosión han sido tradicionalmente muy llamativas para el avistamiento y la visita de turistas nacionales e internacionales.
Sin embargo, muchas de las playas donde las tortugas llegan a cumplir con parte de su ciclo de vida, no cuentan con la supervisión necesaria por parte de autoridades y poder resguardar tanto a las tortugas como a los huevos. Así lo confirmó un estudio que realizaron en conjunto el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).
Pese a que Costa Rica ha trabajado intensamente desde hace 60 años en el cuidado y la conservación de las tortugas, esto por medio del establecimiento de áreas protegidas como el Parque Nacional Tortuguero, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, el Parque Nacional Marino Las Baulas y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Camaronal, aproximadamente un 50% de las playas que son usadas para el anidamiento, no están bajo cuidado estatal.
“De una u otra forma las tortugas desovan en todas las costas de nuestro país. Buscamos transmitir la información sobre su protección porque son muy frágiles debido al cambio climático, a la explotación y a los depredadores que atentan contra ellas. Su supervivencia está comprometida si el hombre no interviene”, aseveró Mario Badilla, ejecutivo de turismo del Departamento de Desarrollo Turístico del ICT.
“Al menos hay registro de 83 sitios de anidación de tortugas en el país que se distribuyen en el Caribe y el Pacífico. Eso nos da una luz de la importancia que tiene Costa Rica en la conservación de estas especies”, agregó Rotney Piedra, director de Áreas Silvestres Protegidas del Área de Conservación Tempisque, del SINAC.
La conservación es entonces una responsabilidad de todos: el Gobierno, los turistas y las comunidades. Se puede coexistir en armonía y ayudar a que las tortugas que llegan a anidar y las que nacen cumplan con su cometido. Además, no solo hay una importancia ecológica en su preservación, sino también tienen un papel fundamental en el desarrollo social de las regiones donde arriban, ya que promueven el turismo y la economía local.

“Se beneficia económica y socialmente a las comunidades. Tortuguero no sería Tortuguero sin las tortugas. Otro ejemplo es la experiencia interesante en Ostional con la producción de huevos, ya que la comunidad usa de las primeras anidadas para comercializarlos y luego se protege el resto”, dijo Badilla.
Súmele a estos ejemplos las visitas guiadas, los comercios que se ven favorecidos con la venta de servicios, la soda, el restaurante, el hotel o el transportista. En torno a las tortugas (y a su protección) hay una amplia red de beneficios.
Cuidados entre todos
Una coexistencia sostenible, esa es la premisa. Las tortugas viven de manera instintiva; la naturaleza se encarga de todo.
Científicamente no hay suficientes estudios que comprueben por qué las Baulas, Verdes, Loras, Carey y Cabezonas llegan a nuestras playas, según explicó el especialista Piedra. Sin embargo, confirmó que en la temporada pasada lograron registrar el regreso de tortugas que anidaron en Costa Rica en el 2011.
“Todavía falta mucha información para determinar cuáles son los mecanismos que usan para regresar; se han hecho estudios a nivel de neonatos con el tema de magnetismo asociado a las corrientes de las playas . Puede que las tortugas aniden en la misma playa o en la misma zona geográfica. Lo que sí sabemos es que Costa Rica cumple una función muy importante para la reproducción; las playas cumplen con esas características para sostener las poblaciones”, explicó.

Según información del ICT y el SINAC, el ciclo de vida de las tortugas hace difícil su gestión e investigación. Después de que eclosionan y llegan al mar hay un período en el que se sabe poco de ellas: sucede entre los 5 y los 20 años de vida. Los especialistas confirman que quizá solo una de 1.000 tortugas nacidas llega a la madurez debido a riesgos naturales (depredadores, por ejemplo), y otros provocados por el ser humano.
En el caso de la Baula, la Carey, la Cabezona y la Verde, todas e encuentran en peligro de extinción; la Lora en condición vulnerable.
“La Baula, por ejemplo, en Costa Rica tuvo un lugar importante de anidación en el Parque Marino las Baulas. Sin embargo, en el Pacífico Oriental Tropical es una población que está muy afectada, muy reducida, que está en peligro crítico de extinción; eso significa que de 1.500 hembras que registrábamos en los años 80, ahora estamos registrando 10, 12 o 15 individuos por temporada”, confirmó Piedra.
Las recomendaciones de los expertos son muy claras con respecto a la conservación y el cuidado durante las arribadas, las anidadas y las eclosiones. Primero que todo, quienes busquen presenciar esta actividad, idealmente deben contratar los servicios de guías especializados.
No es recomendable que las personas sin acompañamiento profesional vayan a las playas durante la temporada de tortugas. Lamentablemente en los lugares donde no hay supervisión, se da mucho la presencia de humanos durante estos momentos tan vitales para las reptiles.

“A nivel de visitación es importante hacer un llamado a los actores que operan el turismo a implementar buenas prácticas de observación, como no usar luces blancas o hacer fogatas. Tampoco se debe de acampar en la playa ni poner sombrillas. Hay que tener mucho cuidado al caminar en la playa de noche”, explicó Piedra.
De acuerdo con el especialista, el tema de las luces blancas es importante, dado que estas provocan que las tortugas se desorienten y busquen mucho rato un lugar idóneo para depositar los huevos. “Dan vueltas y vueltas y pierden mucha energía”, dijo.
Las luces artificiales también afectan a los neonatos cuando salen del nido y la playa está oscura, dado que la luz natural (de la Luna) compite con la iluminación eléctrica. “Las tortugas buscan la luz más fuerte y eso provoca que en lugar de ir al mar vayan tierra adentro y se puedan encontrar con depredadores o se deshidraten cuando llega el día”, agregó Piedra.

Un punto a considerar es también el desarrollo costero. “¿Qué pasa si en una playa se pone cemento inmediatamente donde termina la arena? Debido a los cambios climáticos y a las marejadas fuertes, la playa pierde espacio y se disminuye el hábitat de anidación, pierde sus cualidades y características para producir neonatos de calidad. Hay que resguardar la vegetación costera, este es un tema de responsabilidad ambiental que también incluye a los desarrolladores. Al final es un compromiso y un esfuerzo de todos”, aseveró el experto.
Es muy importante no tocar las tortugas, mucho menos subirse a ellas. No hay que agarrar a las tortugas recién nacidas, ni ponérseles al frente para impedir su camino. El visitante debe procurar mantenerse lo más alejado posible para que la tortuga tenga la libertad de anidar o de encontrar su camino de vuelta al mar. “Debemos de minimizar el impacto porque ellas tratan de salir adelante enfrentando a muchas amenazas y no es jugando”, sentenció Piedra.
Entre las principales amenazas que atacan al buen desarrollo de la anidación y la eclosión destacan el robo de huevos, las bolsas plásticas tiradas tanto en el mar como en la playa, la pesca incidental, el desarrollo costero y los desechos sólidos y líquidos en el agua y la arena.
Las tortugas ticas, una a una
Los siguientes datos son parte de una infografía informativa que realizaron en conjunto el ICT y el SINAC. Se encuentra disponible para el público en el sitio www.ict.go.cr y se puede descargar en el celular.
Baula
Pueden llegar a pesar hasta 500 kilos, aunque se tiene reporte de una que pesaba 1.000 kilos y midió tres metros de largo. En el Pacífico alcanzan hasta 148,7 centímetros mientras que en el Caribe superan los 152 centímetros.
La anidación generalmente la hacen en el Caribe entre febrero y agosto, en tanto que en el Pacífico sucede de octubre a marzo. La reproducción se hace aproximadamente cada cuatro años.
FUENTE: ICT y SINAC / Ilustraciones: Alexander Salazar. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Llegan a alcanzar edades entre los 30 y 50 años. La nidada promedio es de 68 y 80 huevos que incuban entre 50 y 70 días.
Las tortugas Baula realizan extensas migraciones desde diferentes zonas de alimentación a las zonas de anidación.
Es la especie más grande del mundo. Solía llegar a la costa del Pacífico Norte costarricense , hoy en día, en menor cantidad. No son animales fáciles de observar, ya que prefieren nadar en el océano abierto.
Anidación en el litoral Caribe: Barra del Colorado, Tortuguero, Moín, Parismina, Pacuare, Matina, 12 Millas, Playa Negra, Cahuita, Gandoca.
Anidación en el litoral Pacífico: Grande, Ventanas, Langosta, Ostional, Nancite, Osa, Junquillal, Matapalo, Naranjo, Real, Honda, Zapotillal y Nombre de Jesús.
Verde
En el Caribe pueden llegar a pesar hasta 230 kilos, en el Pacífico hasta 120.
Anidan entre los meses de junio y octubre en el Caribe; en el Pacífico lo hacen aproximadamente entre agosto y marzo. Se aparean cada dos o cuatro años y llegan a cumplir hasta 75 años. Pueden medir hasta 104,6 centímetros.
FUENTE: ICT y SINAC / Ilustraciones: Alexander Salazar. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Una nidada de tortuga Verde puede tener 82 huevos en el Pacífico y 112 en el Caribe. Se incuban entre 48 y 70 días.
A excepción de sus migraciones donde atraviesan aguas abiertas, permanecen generalmente en aguas poco profundas con arrecifes de coral, pastos y algas marinas.
En Tortuguero hay una concentración de tortugas verdes, donde anualmente pueden superar las 100.000 hembras anidadoras. En la costa del Pacífico de Costa Rica habita una subespecie de la tortuga verde denominada tortuga negra, la cual luce más pequeña, tiene una coloración obscura y la parte de trasera de su caparazón es más angosta
Anidación en el litoral Caribe: Barra del Colorado, Tortuguero, Parismina, Pacuare, Matina, 12 Millas, Negra, Cahuita, Gandoca.
Anidación en el litoral Pacífico: Nombre de Jesús-Zapotillal, Los Pargos, Cabuyal, Ostional, Caletas, Camaronal, Matapalo, Isla San José, Nancite, Naranjo, Real y Honda.
Lora
Arriban durante todo el año al país, especialmente en época lluviosa entre junio y noviembre. Pueden alcanzar una vida de 50 años y llegan a pesar entre 35 y 50 kilos. Su tamaño promedio es entre 66 y 72 centímetros.
FUENTE: ICT y SINAC / Ilustraciones: Alexander Salazar. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
La nidada por lo general recoge hasta 110 huevos que incubarán entre 46 y 65 días.
Se distingue por ser la única tortuga que sale a poner sus huevos en “arribada o anidación masiva” (miles salen en forma sincronizada a depositar sus huevos en la misma playa). En este evento pueden participar entre 100.000 y 300.000 hembras.
Anidación en el litoral Pacífico: Nancite y Ostional.
Carey
Su peso puede alcanzar en promedio los 60 kilos. Pueden llegar a cumplir hasta 50 años, la edad mínima se registra en promedio en 30 años.
El apareamiento sucede entre dos y tres años. Anida entre mayo y noviembre en el Caribe y entre mayo y enero en el Pacífico. La nidada puede registrar hasta 155 huevos que incuban de 47 a 75 días.
FUENTE: ICT y SINAC / Ilustraciones: Alexander Salazar. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Es una de las especies más explotadas por los seres humanos, siendo capturada para comercializar su carne, huevos y principalmente su hermosa concha, que se utiliza para hacer anillos, peines, gafas de sol, pulseras, collares y más.
Anidación en el litoral Caribe: Barra del Colorado, Tortuguero, Parismina, Pacuare, Matina, 12 Millas, Negra, Cahuita, Moín, Gandoca y Uvita.
Anidación en el litoral Pacífico: El Jobo Manuel Antonio, Nancite y Barú, Platanares, San Josecito en Osa, Santa Teresa en Península de Nicoya.
La Carey es la especie más rara que se encuentra en Costa Rica. Aunque hay una colonia residente que habita en el Golfo Dulce, debido a su tamaño y estado en peligro de extinción, es difícil de ver.
Cabezona
Su tamaño máximo puede ser de 87 centímetros y su peso entre 100 y 180 kilos. Puede vivir entre 47 y 67 años.
FUENTE: ICT y SINAC / Ilustraciones: Alexander Salazar. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
La anidada de esta tortuga puede tener hasta 130 huevos que duran en incubación de 58 a 60 días.
A excepción de sus migraciones donde atraviesan aguas abiertas, permanecen generalmente en aguas poco profundas con arrecifes de coral, pastos y algas marinas.
Además de una gran cabeza (cuyo tamaño impide que la esconda en su caparazón), esta especie se caracteriza por trepar árboles cerca de ríos y arroyos.
Anidación en el litoral Caribe: Barra del Colorado, Tortuguero, Parismina, Pacuare, Matina, Moín, 12 Millas, Negra, Cahuita, Gandoca.
Anidación en el litoral Pacífico: No hay.
