Descontando los mensajes de texto que hemos intercambiado, vos usando el teléfono de cualquiera de tus papás, esta es la primera vez que te escribo, y ya desde ahí empezamos mal: hace rato que debía haberte dedicado estas líneas.
O quizás no. Quizás llegar a este punto es un extremo que pude haber evitado de haber pasado tus previos once años y medio siendo un tío más presente, una figura más accesible para vos. Debí haber sido, durante la década y pico que llevás en este mundo, algo más que el tipo con el que jugás videojuegos los domingos en casa de tu abuelo. Debí haber tendido los puentes entre nosotros que, espero, sepás cruzar cuando sea necesario, cuando dejés el uniforme de escuela y empecés a usar el de colegio y la vida se empiece a poner difícil.
Ya te adelanté el primer spoiler. Estás creciendo, mientras yo me hago viejo. Estás sentado al borde del resto de tu vida y pronto vas a dejar, oficialmente, de ser un niño. Así que aquí va el primer secreto de la vida post infancia: la vida no siempre es bonita.
La vida duele, cansa, maltrata; a veces se empeña en herirte, a veces sentís que nunca va a volver a ser buena. Spoiler: la vida da hambre y quita el apetito. Spoiler: la vida te va a joder.
Es inevitable, nos pasa a todos. Te va a pasar a vos.
Spoiler: la vida no siempre hiere porque sí. No siempre van a ser casualidades las que te hagan sentir mal. No siempre van a ser situaciones fuera del control de alguien en específico.
La vida muchas veces duele porque alguien así lo quiere. Habrá días malos porque alguien te va a tratar mal.
Y luego estarán los días cuando vas a tener la oportunidad de tratar mal a alguien. Ese es otro spoiler, y este es otro: lo que decidás va a determinar quién sos, quién vas a ser. ¿Querés ser la persona que hiere? ¿Querés ser la causa de que alguien la pase mal? ¿Querés maltratar?
Yo no podré ayudarte a tomar esa decisión; tampoco podrán tus papás, ni tus amigos ni nadie más. Quedará exclusivamente en tus manos y la ejercerás todos los días de tu vida, en cada momento, en cada situación: vas a tener la posibilidad de hacer el bien o el mal.
Con tus palabras, con tus acciones, con tus posiciones.
No va a ser fácil decidir. Habrá voces que te empujarán a hacer el mal. Siempre va a parecer más fácil rechazar, odiar, destruir. Siempre va a ser fácil caer en el ego, en el invidualismo; te tentará el delirio de la superioridad. Vas a tener en tus manos la posibilidad de herir y vas a darte cuenta de lo fácil que es, de lo sencillo que es maltratar. En esos momentos, vas a recordar todas las veces que vos la has pasado mal y vas a sentir la urgencia de desquitarte.
Llegado el momento de que tomés tus decisiones, espero que recordés este spoiler, quizás el más importante de todos, la razón por la que te escribo esta carta: hay gente que la pasa peor que vos, sin que pueda hacer nada al respecto.
Spoiler: hay gente que la pasa mal porque no tuvo las mismas posibilidades económicas que vos y tus papás. Hay gente que la pasa peor que vos porque su piel es más oscura, o porque tuvieron que migrar desde otro país para salvar sus vidas, o por las particularidades de su espiritualidad. Hay gente que la pasa peor que vos por nacer mujer. Hay gente que la pasa mal por amar (a otros y a sí mismos) de forma distinta a la mayoría; vos mismo podrías, en cualquier momento de tu vida, comprender que tu sexualidad es diversa y sabrías lo mucho que duele recibir odio por querer dar amor.
Spoiler: hay gente que no sabe esto que te digo. Hay gente que no ve más allá de la burbuja de su privilegio, y hay gente tan vulnerable que es víctima fácil de personas que mienten y manipulan, que hieren.
Spoiler: no todo el mundo odia porque quiere, sino porque no conocen otra opción.
Vas a crecer en un país muy diferente que yo. Vas a crecer en un país más dividido, más enfrentado. El spoiler final es que vas a tener que tomar muchas más decisiones que yo, y a una edad mucho más temprana. Yo no voy a poder ayudarte; lo único que puedo hacer es mostrarte las opciones que tenés enfrente: los potenciales José Pablos que serás en el futuro.
La decisión es tuya.