En un banco nos atiende un bot. Estudiantes encargan sus ensayos a ChatGPT. Líderes políticos generan imágenes artificiales para acompañar discursos. La inteligencia artificial (IA) ya forma parte de la cotidianeidad, así que conviene hablar de los beneficios que puede aportar en términos de productividad.
¿Necesita un modelo de negocios, una estrategia de marketing o un presupuesto? En caso afirmativo, las opciones gratuitas de IA regenerativa podrían ser de ayuda. Claro, con énfasis en ayudar, ya que no se puede depender de ellas por completo.
Para obtener resultados más precisos y adaptados a cada negocio, los expertos recomiendan generar perfiles de usuario y mantener un historial activo. De este modo, la IA podrá aprender de cada interacción y mejorar la calidad de las respuestas que ofrece.
La clave está en reducir las tareas pequeñas y tediosas, sin perder la esencia del negocio. Construir un perfil de cliente y procesar datos puede resultar útil.
Por ejemplo, un negocio dedicado a la confección de bolsos puede mejorar el diseño de sus productos antes de llevarlos a producción. Idear nuevos modelos y afinar detalles visuales, como la combinación de colores, suele requerir hasta 12 horas de trabajo, pero con apoyo de la IA puede completarse en dos.

Consejos para adaptar la IA en las pymes
Para el economista Andrés Fernández, autor del estudio Impacto de la Inteligencia Artificial Generativa en los trabajos costarricenses, los comercios que operan en el ámbito contable y cerca de las fronteras del conocimiento –como la analítica, el pensamiento estratégico o el razonamiento–, tienen mayor posibilidad de aprovechar a la IA: desde la elaboración de presupuestos hasta la gestión documental de la empresa.
“Te pueden ir no solo mostrando cuáles son los resultados de las sumas y las restas de las operaciones de la empresa, sino también cuáles podrían ser las estrategias de inversión y de posicionamiento de la empresa en el corto, mediano y largo plazo”, señaló.
Los trabajadores independientes también pueden optimizar el diseño, conceptualización e implementación de un proyecto dentro de sus consultorías, ya que la IA puede generar documentos básicos, en formatos de Word y Excel, o códigos de programación y dashboards dinámicos.
En Costa Rica el 97% del total del parque empresarial responde a pequeñas y medianas empresas (Pymes), según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y el MEIC. De ese conjunto, Microsoft estima que un 48% ya utiliza IA. Es decir, cientos de negocios compiten por sacarle el mejor provecho.
LEA MÁS: No le tenga miedo a la Inteligencia Artificial: aprenda a convivir con ella
Para ello, es necesario ir más allá de la simple reducción de tareas, pues ese terreno ya lo domina la automatización (y desde hace años). Lo relevante es encontrar un ángulo para no quedarse atrás y que marque la diferencia, especialmente en aquellos campos donde las funciones humanas podrían ser reemplazadas.
Tampoco hay necesidad de alarmarse; se trata de comprender cómo las dinámicas laborales están cambiando. Eso sí, aunque la IA esté a un clic de distancia, no resuelve todo. Puede transformar, para bien o para mal, la manera en que las empresas se relacionan con su clientela.
“El problema de seguir creciendo es que se comienza a perder esa magia que ya se ha logrado impregnar en el proyecto. Ese cariño, ese ‘chineo’ de estar detrás de las llamadas, de los mensajes y el de estar cercano a su cliente”, añadió Ricardo Carvajal, director de la Dirección General de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (Digepyme) del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
¿Cuál es el problema que tienen las pequeñas empresas en este país? Que competimos contra monstruos muy grandes del mundo. Entonces, ¿cómo bajar nuestros costos de operación? ¿Cómo ser más eficientes? ¿Cómo mantenernos competitivos? La inteligencia artificial es justamente una de las herramientas que nos lo permite.
— Ricardo Carvajal, director de Digepyme en el MEIC

