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Michael Karon posando con una de sus casas. El singular empresario, afirma que tanto ticos como extranjeros se ilusionan mucho con sus construcciones. Cortesía de Michael Karon
No son de juguete, ni pertenecen a un museo tolkieneano. Inspiradas en la saga fílmica de El Señor de los Anillos, de Peter Jackson, se trata de casitas de cuento incrustadas en la tierra, con ventanitas redondas de fantasía y personas reales viviendo plácidamente dentro de ellas.
Lo mejor de todo es que no hay que viajar a La Comarca para encontrarlas. Usted las puede hallar fácilmente en Costa Rica y, porqué no, hasta podría habitar en una de ellas.
Entre sus curvilíneas formas, asemejando una cueva, sus dueños experimentan la singular vida de Bilbo Bolsón, el personaje que imaginó J.R.R. Tolkien en sus legendarios escritos. Duermen cobijados por zacate verde, dentro de ellas pueden cocinar y hasta recibir las visitas de sus amigos más pequeños, cenar con los más altos -tipo Gandalf- o incluso tomarse algo con los más corpulentos, como el Gordo Bolger. ¡Todos caben en su amplia y acogedora sala!
“Los hobbits, según la literatura de J.R. R. Tolkien, eran seres muy pacíficos, les gustaba comer muy bien, les gustaba la naturaleza y eran muy relajados en todo lo que hacían. Creo que eso lo resume todo, mi pareja -Tim Dolson- y yo, queríamos algo así para vivir. Además, el diseño de las casas nos encantó ”, dijo Gillian Smith, una canadiense retirada que vive en una de estas casas, ubicada en Río Celeste, de Guatuso.
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Como de ensueño, enclavada en la tierra, así son algunas de las casas construidas por Michael Karon. Cortesía de Michael Karon
“Además, quiero mencionar que en ocasiones hemos alquilado nuestra casa en Airbnb y hemos tenidos huéspedes de Francia, Rusia y muchos invitados norteamericanos ¡a todos les encanta el lugar! En otras palabras, estas casas tienen la esencia, que tiene que ver con la sensación de paz y tranquilidad que es vivir como si se estuviera dentro de la Tierra, en contacto directo con la naturaleza”, agregó Smith.
Pero para que Gillian y su pareja pudieran hacer su sueño realidad, tuvieron necesariamente que toparse con Michael Karon, el entusiasta y bonachón sudáfricano que construye y vende las singulares casas en el país.
Karon, de 55 años de edad, es un trotamundos que un día quiso experimentar el “pura vida” y terminó convirtiendo a Costa Rica en su hogar definitivo. Aquí se alejó del estrés, del bullicio y de la vida apresurada de las grandes ciudades, procurando jamás volver atrás.
El ‘Señor’ del oro negro
Michal Karon nació en Johannesburgo, Sudáfrica. Vivió allí durante 22 años y hasta sirvió en el ejército del lejano país. Pero Karon andaba buscando algo, “un no sé qué”, y eso no estaba en su tierra natal.
Por eso, un día como cualquiera, un joven y arrebatado Karon hizo maletas e hizo “un viaje inesperado” a tierras lejanas. Primero vivió en Europa, por al menos 3 años, pero luego decidió hacer algo que cambiaría para siempre el rumbo de su vida: cruzar el charco y mudarse a California, Estados Unidos.
“En California hice de todo. Durante más de 15 años trabajé como subastador, comerciante de arte y agente de bienes raíces”, reveló Karon.
Pero como si esos oficios no fueran suficientes, Karon iba a tener uno más: en el estado de Louisiana, durante 6 años, el sudáfricano trabajó en la industria del petróleo y el gas. Todo iba bien al principio, pero con el tiempo las cosas comenzaron a cambiar. Karon se cansó de la agotadora rutina y, para colmo de males, comenzó a desarrollar un poderoso sentimiento de culpa.
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El terreno importa. Las mini casas de Karon se pueden construir hasta en laderas. Cortesía de Michael Karon.
“La verdad es que no me gustaba esa industria, sentí que era muy mala para el medio ambiente. Me cansé de trabajar largas horas y no poder soportar el estrés”, comentó el extranjero.
“Por eso, un día decidí buscar un lugar donde pudiera remediar el daño que el petróleo y el gas hacen al medio ambiente. En otras palabras, decidí ir a un lugar donde pudiera vivir en paz”, añadió convencido.
En el 2011 la pequeña Costa Rica se convirtió en su refugio y, desde entonces, ya nunca la quiso dejar. El país centroamericano, simplemente, lo sedujo por completo.
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“Me enamoré”, resume Karon, quien como primer plan para echar raíces en Costa Rica intentó producir biodiésel, para reducir la huella de carbono en el país.
Sin embargo, las vueltas de la vida lo hicieron dejar a un lado su cometido original. Al final, lo que hizo el sudáfricano fue fundar Lake Arenal Real Estate & Construction, la empresa de bienes raíces y construcción donde iban a germinar las casas hobbit y otro sinfín de proyectos.
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Junto a Kira, su hija de 8 años, Michael Karon viven en las montañas de Nuevo Arenal. Él mismo construyó su casa, con una vista panorámica al Lago Arenal. Cortesía de Michael Karon
“Desde que vivo en Costa Rica he construido unas 28 casas. No todas son tipo hobbit, pues construyo según la necesidad del cliente, aunque es cierto que esas tienen un gusto especial. A la fecha ningún tico vive en ellas, solo extranjeros las han adquirido, pero despiertan interés en todas las personas.”, comentó.
Actualmente, desde las montañas de Nuevo Arenal, en Tilarán, es donde las locuras de Karon comienzan a hacerse realidad. Allí, con una hermosa vista a la laguna, vive feliz junto a su novia y su hija Kira, de 8 años.
“Amo Costa Rica y aquí me quedaré el resto de mi vida”, aseguró el sudáfricano.
Construyendo la cueva
La necesidad de un exigente cliente, quien deseaba una casa única, sostenible y en conexión total con el suelo, hicieron click en la mente ecológica de Karon. Siempre había deseado ayudar al medio ambiente con su trabajo y esta era su oportunidad para hacer algo al respecto.
Michael de inmediato se zambulló a investigar y en poco tiempo encontró la respuesta a todas sus inquietudes.
“Hallé estas casas de fibra de vidrio en otro país. Entonces viajé para reunirme con el presidente de la compañía y me gustó lo que vi. Me gusta porque están hechas de fibra de vidrio que tiene un núcleo de plástico reciclado. Por ejemplo, cada una de las casas contiene 40.000 botellas de plástico que ya no están en tierra o mar”, explicó Karon.
“También son impermeables, antisísmicas y con temperatura controlada, básicamente como un barco en tierra. Entonces compré algunas casas y las traje a Costa Rica como distribuidor para Costa Rica, Nicaragua y Panamá", añadió.
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De zacate y tierra. De ese material, como en la película, están recubiertas las casas 'hobbits' de Michael Karon. Cortesía de Michael Karon
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Un detalle a la ventana redonda de la casa. Cortesía de Michael Karon
Además Karon, quien es amante de las películas de El Hobbit, rápidamente notó su parecido con las casas imaginadas por J.R.R. Tolkien y supo que sus clientes se iban a ilusionar con ellas.
“Tengo clientes que me dicen: -has hecho realidad mis sueños-. Cuando ven las casas, es definitivo, las relacionan con la cinta”, cuenta Karon emocionado.
Lo mejor de las casas, inspiradas en Hobbitón y La Comarca, es que son personalizables y pueden medir desde 30 A 150 metros cuadrados. Su precio oscila entre los $30.000 y $150.000, dependiendo del tamaño y la calidad de los acabados, y su proceso de construcción es de unas 10 semanas.
Otra punto importante es que se adaptan a cualquier tipo de terreno. Si el terreno es quebrado, la casa puede incrustarse perfectamente en una pendiente, o si es plano, simplemente se coloca sobre la superficie y su exterior será recubierto por zacate y tierra.
En todos los casos el acabado de la casa es muy singular. Vista desde atrás, por su recubierta de césped y tierra, el inmueble se pierde en el paisaje y es posible que nadie advierta que allí exista una vivienda.
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Fundidas en el entorno natural, así son las singulares casas que construye Karon. Vistas por detrás, muchos podrían pensar que es una simple loma. Cortesía de Michael Karon
“Ciertamente, que la casa se funda con el paisaje es de las mejores cosas", comentó Gillian, desde la habitación de su casa hobbit.
Otro placer que disfruta Gillian es el silencio de la casa. Cuando llueve, cuenta que no se escucha nada, pues el techo de tierra absorbe el sonido de las gotas.
Por si fuera poco, los dueños de las casas hobbit disfrutan de un clima muy acogedor. Si está haciendo mucho calor afuera, el interior de la casa se mantiene fresco, al punto que un ventilador no es necesario. En invierno, por el contrario, el frío no es problema, pues la casa se mantiene conserva un clima intermedio.
Un detalle importante. Aunque suena obvio, las casas ‘hobbit’ que construye Karon no son hechas para ‘hobbits’, lo que quiere decir que cualquier persona de estatura promedio puede pasearse en su interior sin chocar con el techo o una lámpara, tal como le pasó a Gandalf en El hobbit: Un viaje inesperado (2012). Los hobbits, según la literatura de Tolkien, medían entre 90 centímetros y 1,20 metros de estatura, mientras que las casas de Karon tienen una altura de 3.5 metros.
Por si fuera poco, el modelo de casa más sencillo está compuesto por una habitación, un baño, una sala, una cocina, un comedor y una terraza. Además, Karon ofrece el diseño doble cabina, con dos terrazas, dos dormitorios, dos baños y dos cocinas.
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El plano-distribución de uno de los modelos más sencillos de la casa. Cortesía de Michael Karon
De alguna manera, las casas estilo hobbit se relacionan con la tendencia internacional tiny houses, que en Costa Rica ya cuenta con algunos adeptos. Los amantes de este tipo de viviendas eligen habitar en espacios pequeños para ahorrar dinero, no dañar el medio ambiente o simplemente vivir de una forma sencilla.
Gillian y su pareja son ejemplo de ello. Ambos eligieron una casa tipo hobbit para pasar el resto de sus días, pues afirman no necesitar nada más en la vida.
“Definitivamente me gusta el estilo de la casa hobbit. Es mucho más pequeña que la que yo tenía en Canadá, pero es todo lo que necesitamos. Además, nosotros pasamos mucho tiempo fuera”, comentó Smith, quien ronda los 60 años de edad.
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Así luce la casa de Gillian Smith, en Río Celeste. Puede alquilarse por Airbnb, a ₡35.500 la noche.
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La canadiense Gillian Smith en la terraza de su casa hobbit. Foto: cortesía de Gillian Smith
Pero lo que a Gillian más aprecia de la casa, es todo lo que la edificación deja ver hacia afuera. Las panorámicas que permite la casa, gracias a su arquitectura, son uno de sus fuertes.
“Con sus grandes ventanas y puertas, tenemos hermosas vistas de árboles y flores todo el tiempo. Hay una mezcla de adentro y afuera”, añadió orgullosa la canadiense.
‘Peloteando’ ideas
Con la finalidad de que las casas hobbit sean más accesibles para los costarricenses y sean muchos los que se animen a vivir al estilo Tolkien, Michael Karon no ha dejado de experimentar con nuevos diseños y materiales.
“Mi gran deseo es que los costarricenses se enamoren de estas casas, puedan comprarlas y disfrutarlas, por eso no paro de trabajar”, comentó Karon.
En estos momentos, el empresario analiza un modelo de casa hecho con hormigón celular, que según sus cálculos haría que la edificación cueste un 25% más barata. Sin embargo, sus esfuerzos van un poco más allá.
“Además ya comencé a hacer nuevos moldes, con el fin de poder hacer las mismas casas pero con concreto mezclado con espuma (muy ligera). Tengo un producto que es una espuma muy comprimida, con la que estoy experimentando. Si funciona, el costo de producción será muy bajo”, explicó Karon.
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Las casas de Karon pueden ampliarse y diseñarse según el gusto del cliente. En este caso el modelo original se triplicó y se construyó en un terreno plano. Cortesía de Michael Karon
“El producto del que hablo es muy fuerte, con garantía de por vida. Es similar a lo que se utiliza en la parte superior de las plataformas de camiones. Con este producto, las casas son indestructibles y 100% impermeables”, anadió.
Con este nuevo sistema, además, Karon pretende personalizar las casas aún más. Acomodarse a los deseos de cada cliente, sin poner muchas limitaciones.
¿A qué exactamente se referirá Karon? ¿Diseñar la puerta de la casa en forma circular, tal como en las películas de Jackson? Pues quién sabe si eso será posible; al final todo dependerá del tiempo, la práctica y evolución creativa del constructor, las expectativas de los clientes y su nivel de amor por los hobbits.
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Incluso, en un futuro, quizá las casas hobbit en Costa Rica evolucionen tanto que puedan llegar a construirse lujosos smials, como se le llama a los aposentos hobbit de las familias más pudientes, según J.R.R. Tolkien.
Smials modernos hay muchos en el mundo. En Inglaterra, por ejemplo, un arquitecto llamado Arthur Quarmby puso a la venta una casa hobbit en un millón de dólares. La vivienda tenía piscina, cuarto de música y cuatro habitaciones.
Otras casas hobbit en el mundo son más contemporáneas; han sido hechas por fanáticos de J.R.R. Tolkien adaptadas a diferentes ambientes y necesidades específicas. Muchas de ellas están a la venta o se alquilan por temporadas en países como Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda y Guatemala.
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Casa de exhibición ubicada en Nueva Zelanda. Allí se filmaron escenas de 'El Hobbit', de Peter Jackson. Tomada de Facebook
Por otro lado, otros fanáticos se han alejado de las excentricidades y han preferido hacer versiones lo más parecidas posibles a las vistas en el cine. La aldea de fantasía, donde se filmó la trilogía de Peter Jackson en Nueva Zelanda, es su gran inspiración.
Sin embargo, en Costa Rica, las casas que ofrece Karon son la opción más cercana a nuestra realidad. De hecho, en estos precisos momentos, el sudáfricano está construyendo tres casas hobbit en El Aguacate, un pequeño poblado ubicado entre el distrito de Nuevo Arenal y el distrito central de Tilarán, en Guanacaste.
“Muchos ticos nos han preguntado por las casas. De hecho existen unos que quieren hacer algunas en su propiedad, pero han planeado hacerlo hasta el próximo año”, señaló Karon.
Si usted quiere visitar las casas de El Aguacate puede hacerlo, pues Michael Karon se las mostrará feliz y sin ningún compromiso. A lo mejor usted sea el nuevo Bilbo, viva relajado y disfrute para siempre los placeres de La Comarca y el legendario pueblo de Hobbitón.