Todo está en el aire con respecto a la inminente elección presidencial. Cada candidato gana algún terreno en alguna parte: los indecisos son la meta. A ellos apunta Fernando Zamora, quien se postula por el Partido Nueva Generación.
En entrevista con Revista Dominical, conversó sobre su visión para el agro, sus posturas en temas sociales y las valoraciones que hace de la campaña.
— ¿Cómo se siente en este punto de la campaña?
— Estoy muy contento, siento que voy creciendo. Tengo la convicción, no sé si se reflejará en las encuestas en algún momento, pero sí tengo la convicción de que se reflejará el primero de febrero en las elecciones.
“Recordemos que hace cuatro años, faltando apenas 10 días para las elecciones, el actual presidente aparecía de quinto con 4% o 5% en las encuestas. No hay nada escrito, lo único que cuenta es lo de febrero. Estamos convencidos de que nuestro plan país y los ideales que abrazamos son los correctos”.
— Refiere a las comunidades, ¿cuáles son esas zonas geográficas donde han tenido mejor aceptación?
— Casualmente las zonas rurales, las zonas costeras, ahí hemos encontrado un particular entusiasmo. Limón, el finde semana fuimos a Tayutic, Grano de Oro, zonas rurales de Cartago, Puntarenas...
— ¿Qué cree que cala ahí?
— La propuesta que estamos planteando de un desarrollo hacia la ruralidad, hacia las costas. Nuestro plan en materia agropecuaria, nuestro ideal de hacer de Costa Rica una potencia agroindustrial, lo relativo a los planteamientos a las costas. Todo eso está generando una muy muy buena reacción en esas zonas.

— En los últimos días el tema agro ha estado en la palestra por las manifestaciones, pero también por la reacción del gobierno a esas manifestaciones. ¿Cómo valora ese tipo de discusión que se está dando sobre la posición que tiene el agro en Costa Rica?
— Hay una parte folclórica de esa posición, las declaraciones del presidente de la República, que no sé cómo llamarlas. No puedo imaginarme al presidente de Alemania, por ejemplo, quejándose de que sus agricultores tengan tractores, que fue lo que literalmente hizo Chaves, quejarse de que los agricultores tengan maquinaria, equipo.
“Imagínese un agricultor sin tractores, sin vehículos 4x4, que es lo que él se quejó, ¡eso es volver al neolítico! Eso refleja una posición inexplicable, para utilizar una frase suave, es inexplicable que un presidente se queje de que sus agricultores tengan equipo inmobiliario adecuado y moderno, como corresponde a una sociedad que quiere levantar su producción no solo agropecuaria, su producción agroindustrial.
“En el siglo XXI, el valor agregado que se le inyecte a la actividad agraria y pecuaria es lo que enriquece, que lo digan los agricultores de Tarrazú con el café, que lo digan los agricultores que han certificado el banano y la piña: el valor agregado de hoy en día es la marca país, la denominación de origen, la calidad, y eso depende de la tecnología y la modernización tecnológica.
“Por ejemplo, en momentos que Costa Rica requiere que Puntarenas vuelva a ser una fuerza pesquera, lo que se necesita es tecnología, para permitir que los pescadores continúen pescando de una forma más sostenible”.
“No puedo imaginarme al presidente de Alemania, por ejemplo, quejándose de que sus agricultores tengan tractores, que fue lo que hizo Chaves”
— Fernando Zamora, candidato PNG
— En su plan de gobierno el agro tiene una parte muy significativa, pero un agro más actualizado, tecnificado. ¿Cuál sería la estrategia de su gobierno para hacer ese impulso sin care en subsidios demasiado onerosos?
— Costa Rica no tiene ninguna posibilidad, de momento, imagínese que nosotros en infraestructura apenas tenemos para invertir el 1% del PIB, ¡en infraestructura, que es algo básico! Menos vamos a tener para inyectar subsidios.
“Lo que hay que hacer es organizarlos. No es que estoy en contra del libre comercio, lo que pasa es que esta tendencia a masificar las importaciones de productos en los que somos buenos, como por ejemplo, granos básicos, papa, cebolla, o pretender abrirle las puertas a los productos de países tropicales, que tienen una economía de gran escala, que sí están subsidiados, que ahí los trabajadores no tienen los beneficios sociales que aquí sí tienen...
“Pretender abrir las puertas a que nuestros campesinos y agricultores compitan con las economías de gran escala tropicales, que no cumplen ninguna de esas variables o parámetros, es destruir lo poco que nos está queda de producción agroindustrial.
“Sabemos que la industria prácticamente se ha detenido, la actividad industrial es muy incipiente. Nunca hemos sido muy buenos en actividad industrial, pero lo poco que queda se está terminando de detener.
“En lo que hemos sido buenos durante siglos, que es la actividad agroindustrial, y que nos quieran meter en un modelo de importaciones masivas y imprudentes, es un modelo que nos va a destruir como sociedad, porque la economía y el costo de vida dependen de muchas cosas, pero de lo que más dependen es de la productividad del país.
“Una nación con baja productividad tiene alto costo de vida, no puede sostener un sistema público, una infraestructura pública, un gobierno costoso y caro como el que tenemos. Todo depende de la productividad que tengamos, y si tenemos baja productividad, se nos va a terminar de derrumbar el país y la deuda pública.
“Hablemos de los importadores de granos básicos con estas medidas que tomó el gobierno: uno, se han ahorrado aproximadamente ¢25.000 millones en aranceles desde que arrancó esta política, eso se lo ahorraron y el Estado lo dejó de percibir.
“Dos, destruyeron la competencia, los productores de Costa Rica. Miles de hectáreas se han dejado de sembrar y están en abandono. Pero además, recientemente el MEIC dijo que el arroz no bajó de precio, aumentó el 4%.
“Están ganándose el margen de intermediación porque no bajaron el precio, y están comprando en países donde no hay beneficios sociales, como India, Vietnam o Camboya, ahí no existen garantías sociales”.
— La modernización del agro tiene a la par un componente que también está en crisis, la educación. ¿Cómo se debe abordar el MEP?
— A mí me decían ‘¿usted qué opina de la ruta de la educación?’, yo les decía ‘lo mismo que opino de un billete de ¢3.000, que no existe’. Esa ruta no es un plancito de 30 páginas, no no, la ruta de la educación es un espíritu, una filosofía de entender la educación, y enrumbarse hacia ella.
“Nosotros hemos planteado que lo primero que hay que hacer para detener esta andanada de problemas de salud mental que están teniendo nuestros jóvenes —el índice de suicidios en la juventud ha crecido como nunca—, esta serie de problemas existenciales, lo primero es entender que la educación tiene que volver a responder las grandes preguntas de la vida.
“Hay que ir a lo profundo, por supuesto que hay que reformar la malla curricular, para hacerla más adecuada a las necesidades de trabajo de la gente, hay que fortalecer plataforma nacional de idiomas, hay que fortalecer el sistema de evaluación, hay que quitarle cargas administrativas a los docentes, hay que entrarle a la ley 9.999 que le quitó autoridad a los docentes, hay que volver al apoyo de los estudiantes en vulnerabilidad, la infraestructura educativa...
“Pero lo primero es que nosotros tenemos que tener una ruta de educación que tiene que ver con lo esencial de la vida, ¿a qué me refiero? A preguntas de identidad, preguntas de propósito, es necesario decir ¿quiénes somos? ¿hacia dónde vamos como existencia? Eso se ha perdido, hemos caído en una visión muy materialista y utilitarista de la educación".
“A mí me decían ‘¿usted qué opina de la ruta de la educación?’, yo les decía ‘lo mismo que opino de un billete de ¢3.000, que no existe’"
— Fernando Zamora, candidato PNG
— También ha habido problemas significativos de gestión de los presupuestos con los que el MEP sí cuenta para remoderlar centros educativos. ¿Cómo abordaría usted esa necesidad?
— En infraestructura educativa nosotros hemos valorado si es necesario entrar el 8 de mayo y revisar la situación a lo interno del MEP, porque hay cosas que solo tomando el poder se logran revisar a profundidad.
“Uno como candidato intuye lo que está pasando o se guía con los diagnósticos, pero hay que llegar y valorar incluso el decreto de emergencia educativa en infraestructura con un objetivo: redireccionar recursos que actualmente existen en el Estado, como también lo vamos a hacer en seguridad, y que están muchas veces ociosos o subutilizados.
¿Cuánta dependencias de la administración pública subejecutan? Es decir, no utilizan el presupuesto. Es el 1.5% del PIB. Estamos hablando de más de ¢800.000 millones inutilizados, desperdiciados. Y nosotros con problemas de órdenes sanitarias en los colegios. Así lo vamos a solucionar".

— ¿Cómo se define usted en términos ideológicos?
— He sido lector desde que soy de niño, y como decía Sócrates, entre uno más profundiza en el conocimiento ‘solo sé que no sé nada’. Cada vez sé que sé menos.
“Entonces, a mí no me gusta pegarme etiquetas ideológicas. Hoy podría decir que soy soberanista, indudablemente he abrazado esa convicción filosófica. Soy una persona que creo en la sabiduría, por ejemplo, de los planteamientos de la doctrina social de la Iglesia que hicieron grande a este país, que lograron el seguro social y un desarrollo grande.
“Si tuviera que decantarme, algo que no me gusta hacer, pero si tuviera que decantarme no ideológicamente, pero sí filosóficamente, soy una persona que tiene la fuerte convicción de que la doctrina social de la iglesia es una gran guía para un estadista y por supuesto una convicción soberanista. Ante todo defender la soberanía del país en momentos en que ha habido un ataque de fuerzas internacionales muy poderosas que cada vez le quieren quitar más decisiones a la gente“.
“Soy una persona que tiene la fuerte convicción de que la doctrina social de la iglesia es una gran guía para un estadista”
— Fernando Zamora, candidato PNG
— Le pregunto la ideología no por poner etiquetas, sino porque en la práctica la ideología significa tomar decisiones, acciones concretas.
— Sí sí, si hubiera que decirlo, soy un pragmático, pero si tuviera que decir una línea de orientación, creo firmemente que la doctrina social es un parámetro importante, y también las condiciones soberanistas.
— Usted en el plan de gobierno elabora una visión de la fe que abarca todo lo espiritual, muchísimos aspectos, valores. Por ejemplo se refiere a valores judeocristianos directamente. ¿Cómo implementar eso en un país tan diverso, tan complejo, que ha cambiado tanto, donde menos del 50% es católico practicante?
— En realidad, la visión judeocristiana a la que usted alude abarca la totalidad del espectro de creencia de la población costarricense. ¿Qué es una visión judeocristiana? Es una visión que abarca catolicismo, otras denominaciones religiosas cristianas, judaísmo, en fin, prácticamente todo el espectro.
— Entendiendo eso, que me queda muy claro, pero la razón por la que hago la pregunta es porque otros partidos en elecciones anteriores se definieron mucho por la forma práctica en que eso se discute, y esa forma práctica incluye restricciones al aborto terapéutico, por ejemplo. ¿Cómo esa postura va a verse reflejada en su forma de gobernar?
— Eso es simple. Estamos claros en algo muy concreto: siempre vamos a estar a favor de toda aquella legislación que promueva la vida y que restrinja toda amenaza a la vida. En esto estamos claros en el Partido Nueva Generación y en mis convicciones políticas.
“Creo que esa es la convicción de la gran mayoría de los costarricenses, y ha sido a través de la historia la convicción del Estado costarricense. No veo por qué debamos nosotros virar hacia la restricción de las normas que protegen la vida”.
— Hablando de restricción de normas, quisiera preguntarle por la propuesta de un estado de excepción. El estado de excepción ha sido notablemente problemático en Honduras. Ha devenido en abusos a los derechos humanos denunciados firmemente en El Salvador y en Ecuador. No sale bien. ¿Por qué en Costa Rica saldría bien?
— Primero que todo, lo que hay que advertir claramente es que el estado de excepción es algo que ya prevé nuestra Constitución Política. No estamos inventando nada nuevo. Lo que pasa es que, quienes nos imitaron esa propuesta, lo imitaron mal.
“Nuestra posición es tener una la política de mano más firme en torno al tema de la seguridad. En el tema del estado de excepción, nosotros simplemente lo estamos limitando, no solo a zonas geográficas muy específicas, lo que se llaman las ‘zonas calientes’, sino también por tiempos muy determinados y no por todas las garantías individuales.
“Por ejemplo, ¿qué tiene que ver la libertad de expresión o la libertad de culto con el combate a la criminalidad? No tiene nada que ver, por lo tanto, es absurdo que otros candidatos estén diciendo que van a limitar todas las garantías individuales para combatir la criminalidad. No, nosotros simplemente lo estamos limitando a aquellas garantías que sean indispensables para las detenciones y para bajar el nivel de criminalidad en zonas calientes".
— De hecho se refiere a territorios muy conflictivos.
— Muy conflictivos y específicamente en lo que tiene que ver con reunión, nada más, sería la única garantía que nosotros estaríamos limitando con el objetivo de hacer las detenciones.
— Póngame un ejemplo de un territorio muy conflictivo y cuál sería la estrategia que se abordaría en ese lugar.
— Bueno, en este momento no le podría decir porque no se está dando el caso. Si yo le digo un territorio en especial en donde no se ha dado el caso, estoy estigmatizando, entonces no le diría cuál. Le diría simplemente un territorio donde abruptamente y de forma exagerada suban los niveles de asesinato, de secuetro y de narcotráfico.
“Específicamente lo que tiene que ver con reunión, nada más, sería la única garantía que nosotros estaríamos limitando”
— Fernando Zamora, candidato PNG
— En ese sentido, ¿traer el planteamiento de imponer un estado de excepción no es una solución en busca de problema?
— No. Es una solución, creo yo que es una solución. Sí podría ser una solución muy determinada, en casos muy determinados, y en situaciones muy concretas y delimitadas, no solo en tiempo, sino en espacio geográfico. Pero podría ser una solución solución para bajar la temperatura de zonas a las que se les elevó esa temperatura en seguridad o en criminalidad a límites exagerados.
“Como le repito, ya lo lo prevé la Constitución. No hemos dicho nada nuevo, lo único que estamos diciendo es que estamos dispuestos a tomar las medidas que sean indispensables y aplicar todas las herramientas que nos da el ordenamiento jurídico para combatir la criminalidad. Eso es en esencia”.
— Evidentemente se requeriría, de todos modos, medidas más a largo plazo. En el plan de gobierno usted se refiere a eso por la vía de los valores, de reconstituir nuestras comunidades. En la práctica, ¿cuál sería la estrategia para procurar esa nueva cohesión comunitaria que permita ahuyentar la criminalidad?
— A través fundamentalmente de tres vías de acción. Una, a través de la educación, obviamente, como hemos dicho. Segundo, a través de la labor comunitaria cultural.
“Recuerdan todo aquello que son estrategias comunitarias culturales, que son ‘Costa Rica Canta’, ‘Costa Rica Actúa’, ‘Costa Rica Canta y Toca’ y ‘Costa Rica Baila’, esas son estrategias para llevar la economía de la cultura, la actividad cultural, deselitizarla y llevarla a las comunidades.
“Costa Rica ha tenido una estrategia, sobre todo en el siglo pasado, se ha tenido una visión muy elitista de la cultura. Al pueblo prácticamente nunca se le llevó la cultura, la cultura se entendía como el Teatro Nacional o el Melico Salazar, había una una concepción no solo vallecentrista, sino elitista de la cultura.
“Nosotros vamos con una visión comunalista y popular de la cultura, eso es fundamental para atacar los problemas de drogadicción.
“Por supuesto, vamos con una fortaleza en deporte, que es otra vía importantísima para alejar sobre todo a nuestra juventud. La estrategia que llevamos es unificando al Ministerio de Deportes y el MEP, no es que los vamos a unir, sino que vamos a dar mucha mayor cooperación. Hay que llevar la masificación deportiva a niños y jóvenes”.

— Me llamó la atención el énfasis que hace en los aspectos culturales, y en las medidas a largo plazo usted propone desincentivar videojuegos y fortalecer la oficina de censura. Esto ha sido muy estudiado a lo largo de las décadas: tiene un efecto ínfimo. ¿Por qué? ¿No es mera oposición de una forma de pensar?
— No. No sé si necesariamente, como decís, no tiene efecto. Porque de hecho se está aplicando en Europa, el desincentivo, incluso en Europa están yendo más lejos.
— Están desincentivando el uso de TikTok y de redes sociales.
— ¡Todo! Ahí sí es cierto que están haciendo en la juventud, entiendo que de unos 16 años para abajo. Eso es literalmente, no un apagón educativo, sino un apagón informático. Les están bajando el switch de todo lo que tiene que ver con lo electrónico. Yo creo que eso sí es positivo, nosotros creemos en eso.
“De alguna forma mi ideal como estadista, o como gobernante eventualmente, es volver a la lectura, volver al diálogo, aquella escuela y aquel colegio donde se conversaba y se invitaba a los estudiantes a dialogar entre ellos, a contar sus sus vivencias verbalmente, o sea, la labor oral, comunitaria, pedagógica, educativa, era fundamental. Todo eso está siendo destruido por una masificación de la actividad.
“Yo creo que llegar y decir ‘se prohíbe totalmente el uso’ no, porque los jóvenes tienen que tener también destrezas informáticas. Pero creo que tiene que ser más supervisado. O sea, a los jóvenes hay que enseñarles informática y enseñarles herramientas tecnológicas, pero más supervisado. A eso me refiero con un mayor control”.
— Luego en el plan de gobierno leemos, por ejemplo, ‘Creemos que en Costa Rica, copiando ideologías hegemónicas del exterior, se han implementado políticas que promueven la antinatalidad disfrazadas o abiertamente. Se ha estereotipado a la mujer joven que quiere tener hijos y se ha estereotipado a la mujer con hijos’.
— Eso es indudable. Eso ha sucedido indudablemente y he sido testigo de eso. Quiero dejar esta posición muy clara: nosotros desde ningún punto de vista nos vamos a meter en la decisión propia de mujeres y hombres de tener o no tener hijos. Esa es una decisión totalmente voluntaria y debe respetarse. Ningún gobierno debe meterse y si lo hacen, está mal.
“El que quiere tener 10 hijos, los puede tener, y el que quiere tener cero hijos, es su derecho obviamente a tener cero hijos. Eso lo dejamos claro, nunca estamos hablando de ese tema.
“Lo que sí es cierto, es que no es posible que el mismo Estado esté promocionando campañas de esterilización como yo las vi. En este gobierno ha bajado un poco eso, pero yo vi, en Ebais rurales, vi en el Ebais de Vuelta de Jorco de Aserrí, una zona rural, yo vi y hasta foto le tomé donde convocaban a campañas de esterilización.
“¿Por qué el Estado tiene que meterse en eso? En momentos en que Costa Rica tiene la taza de reposición poblacional más alarmante de la historia, uno de los problemas más serios que tiene nuestro país. Eso es gravísimo a futuro para la seguridad social, para la economía, para la nación en general.
“A eso nos referimos, ¿cómo concebir que un gobierno, que además le impongan fondos y directricez desde afuera, para que los gobiernos estén llamando a mujeres y jóvenes a que se esterilicen? No no, las mujeres pueden con total libertad decidir sobre la cantidad de hijos que quieran tener: cero, perfecto. 10, perfecto. Los que quieran.
“Una cosa es eso, y otra cosa es imponerla la esterilización o una educación de esterilización a la gente, que es algo en lo que el Estado no debería meterse”.
“No es posible que el mismo Estado esté promocionando campañas de esterilización como yo las vi”
— Fernando Zamora, candidato PNG
— Recientemente en Revista Dominical publicamos un reportaje sobre la baja natalidad y los motivos por los que la gente tiene cada vez menos niños. Uno de los problemas más apremiantes y que más afecta eso, al final, es el acceso a la vivienda y el costo de vida. ¿Cómo lo abordarían ustedes?
— Ese ha sido un problema, usted que es un hombre joven, para su generación y sobre todo ha sido un problema para los menores, la generación que es menor a la suya. Mi generación no lo vivió tanto, lo vivimos, porque esa era una de mis grandes angustias cuando me casé, pero ahora tiende a ser un problema serio.
“Nosotros tenemos un planteamiento que va en dos ejes: uno, lo que tiene que ver con crédito, un programa de crédito para jóvenes como un estímulo para que se fundamenten mejor las familias. Esto sería en viviendas de no más de ¢75 millones, clase media o popular. Sobre todo, si es en vivienda vertical, un crédito que va de la tasa básica pasiva más dos o tres puntos porcentuales. Eso lo vamos a implementar en gobierno.
“La otra estrategia es reformar el Banhvi para que realmente sea un banco de segundo piso. Ahora es un banco que se pone a obtener o pelear por el crédito y por los recursos con todo el resto del sistema financiero, lo cual no es su labor. Por otra, hace supervisión que hizo la entidad oferente por ejemplo, la Mutual Alajuela. ¿Por qué el Banhvi tiene que hacer una doble supervisión de los que ya su oferente y su entidad supervisas hizo? Es absurdo.
“Estamos seguros de que con esas dos estrategias, bajando la tramitología y bajando el crédito disparamos la actividad de vivienda”.
— En tema de salud hay un problema obvio, que es la gestión de la Caja, con listas de espera que no bajan de forma significativa. ¿Cómo abordan eso el día uno de gobierno?
— El problema más grave que tiene la Caja en este momento, que es de financiamiento, es porque el Estado no le paga. El día uno vamos a establecer una propuesta para para que los fondos subejecutados, que como ya indiqué son casi ¢800.000 millones al año, que un alto porcentaje de ese monto se aplique al pago de la seguridad social en lugar de estarlo tirando en la caja única del Estado, que es como un barril sin fondo.
“¿Qué significa el pago de la seguridad social? No solo salud, también significa el pago del sistema de pensiones, que el Estado le debe un montón. Solo con ese hecho vamos a levantar las finanzas de la caja.
“Además, vamos con otras cuatro o cinco políticas importantes. Vamos con un programa de becas para especialistas fuera del país, que eso siempre lo ha tenido Costa Rica y se ha desestimulado últimamente.
“Vamos con un plan con el Colegio de Médicos para la repatriación de especialistas costarricenses para que se incorporen lo más rápido posible. Buscar una rápida repatriación de estudiantes de especialidades. Es inconcebible creer que un especialista clase A vuelva a Costa Rica y se le ponga mil trabas para poder incorporarse a trabajar con la Caja. Eso no puede ser.
“Además, vamos con la universalización del EDUS para evitar la duplicidad en los exámenes que se hace la gente en el sector privado, y que puedan incorporarse al expediente digital. El déficit es de 80.000 intervenciones, y eso significa que es logísticamente imposible para la Caja reducir las listas de espera por sí misma.
“Por eso, vamos con un plan de año y medio donde, si es el caso, aplicaremos alianzas público privadas, que no es privatizar porque somos ‘cajistas’, pero por un años y medio utilizaremos una alianza. Estamos dispuestos a cualquier tipo de medida para implementar esa baja en el déficit.
“También haremos pago por productividad, que es todo un programa para pagar a los médicos que entre más produzcan, mejor van a recibir ingresos por parte de la Caja. Esas son algunas de las medidas”.

