Lieja, Bélgica. La selección yugoslava, que comenzó su trayecto en la Eurocopa 2000 con un agónico empate contra Eslovenia (3 a 3), allanó el camino hacia los cuartos de final con una trabajada victoria sobre Noruega (1 a 0) que la sitúa al frente de la clasificación del grupo C.
A los yugoslavos les bastará un empate ante España en la última jornada para garantizar su presencia entre los ocho mejores del torneo. Sin embargo, la situación se mantiene al rojo vivo, puesto que todo se resolverá en la tercera jornada del grupo C, el próximo miércoles.
Vujadin Boskov, después del revés que sufrió el equipo yugoslavo en su debut en el torneo, adoptó medidas drásticas y dejó fuera de la alineación a cinco de los jugadores que fueron titulares ante los eslovenos.
Si en el primer encuentro los yugoslavos solo atinaron a reaccionar tras encajar tres goles, ayer lo hicieron nada más al sonar el pitazo inicial. Mejor concentrados, con más tensión y disciplina, el equipo de Boskov consiguió muy pronto imprimir al cotejo el rumbo que le convenía.
Savo Milosevic adelantó a Yugoslavia en el marcador en el minuto ocho. Tras forcejear con un defensor más ocupado en tomarlo de la camiseta que en marcarlo como se debe Milosevic desvió ligeramente un balón de tiro libre que partió desde el costado derecho y engañó por completo al arquero.
Noruega, que por lo general prefiere ceder la iniciativa y vivir del contragolpe, se vio obligada a abrir sus líneas y buscar la portería contraria con más decisión de lo habitual.
Pero el juego de ataque de los hombres de Nils Johan Semb es muy limitado. Su mejor arma es el pase largo, casi siempre por alto, para aprovechar la estatura de Tore Andre Flo y Ole Gunnar Solskjaer. Y así es difícil batir a una selección tan experimentada como la yugoslava.
El trabajo de la zaga del equipo balcánico fue excelente durante todo el partido, principalmente el de Miroslav Djukic, tanto que los noruegos solo tuvieron un par de buenas ocasiones de gol en los 93 minutos que duró el encuentro.
La primera la protagonizó Flo en el minuto 13. El delantero del Chelsea disparó dentro del área con mucha intención, pero Ivica Krajl le respondió con excelentes reflejos. La segunda fue para John Carew, en el 92. El espigado jugador fichado por el Valencia encaró al guardameta yugoslavo y, con todo a su favor para batirle, envió el balón fuera.
Salvo en esas dos acciones, los yugoslavos contrarrestaron siempre con acierto las arremetidas de su rival. En la primera mitad lo hicieron con mucha solvencia y sin apenas apuros. En la segunda, necesitaron emplearse con más energía, pero los noruegos, empecinados en atacar por aire, no les crearon demasiados problemas.
Clase contra "molote"
Conducida con maestría por el veterano Dragan Stojkovic, la selección yugoslava fue la única que intentó jugar al futbol con criterio. No brilló a gran altura, pero supo tener la paciencia suficiente para no desesperarse ante la tendencia casi enfermiza de los noruegos de amontonarse en su propio terreno.
Predrag Mijatovic, en el minuto 26', Vladimir Jugovic, en el 48', y de nuevo el exdelantero del Real Madrid, en el 51', dispusieron de buenas opciones para haber aumentado la cosecha de goles de la selección yugoslava.
Y no hubiera sido injusto, porque Noruega, salvo fuerza, ganas y fe, demostró poco, muy poco futbol sobre el terreno de juego del estadio Sclessin.