La adaptación de Mauricio Wright al extravagente futbol de China fue vertiginosa, pese a las diferencias culturales y deportivas con ese país.
El zaguero lo tenía muy claro al aceptar su vinculación de solo cuatro meses al Shenyang Ginde: ambientarse rápido a esa liga, no perder su forma y tener la posibilidad de una buena recompensa económica.
“Vine por un período muy corto. Aunque mi contrato finaliza en diciembre, la experiencia ha sido muy rica en el país más poblado del mundo”, explicó desde China, antes de viajar para el último amistoso de la Sele contra Suráfrica.
“Al final, esta fue la mejor opción que se me planteó después de que me quedé sin equipo al caerse la opción de Grecia. Yo había quedado como agente libre y se cerraron las inscripciones”, agregó Wright.
Mauricio tuvo que cerrar abruptamente su relación anterior con el equipo AEK de Atenas, Grecia, según admitió.
“Este país es muy difícil, con una cultura bonita, pero muy diferente. Todo ha sido normal y las cosas van bien. “Aquí encontré muy buenas condiciones”, resaltó Wright, de 32 años, quien se comunica en inglés y con un traductor.
Su club está en el sexto lugar entre 15 equipos y Mauricio ya jugó tres partidos del campeonato, varios del Torneo de Copa (en semifinales, quedó eliminado 3-2 con gol de oro ante Hyundai) y unos amistosos.
Su entrenador es un yugoslavo-alemán (Stepi), y tiene como compañeros a un brasileños (Ratinho), un nigeriano (Aikon) y un ghanés (Ayú, hermano del astro Abedi Pelé).
“Estoy jugando atrás y me han puesto un par de juegos como contención”, declaró.
Wright dijo que la vida en Shenyang es “tranquila en un país muy noble y sano, con ciudades hermosas y modernas, pero transitada porque hay mucha gente en esta ciudad”.
Lo que más le impresionó ha sido que no hay violencia ni delicuentes. “Aquí es prohibido tener armas, incluidos los policías en las calles. No hay rejas en las casas. Es insólito”.
Según admitió, no tiene muy claro su futuro después de China. “No sé si seguiré acá. La distancia afectará mucho, en especial por los partidos de la Selección. Aquí, la verdad, estoy muy lejos de todo”, dijo.
“Hay una posibilidad de retornar a Grecia porque todavía estoy peleando el dinero adeudado al AEK (tres meses de salarios y premios) y la Federación griega y la FIFA ya fallaron en contra de ellos”.
China, en síntesis, es un paso fugaz en la vida de Wright.