Liberia (Guanacaste). El futbol se volvió a teñir de violencia ayer, al final del partido de la Segunda División que coronó al Santos y lo subió a la Primera, por encima de Liberia, con el que empató a un gol.
Especial Disturbios relacionados con futbol en el mundo
Incidentes pasados de violencia y futbol
Minutos después de que el partido concluyera, un grupo de aficionados de ambos equipos se toparon en las afueras del sector sur del estadio Edgardo Baltodano e iniciaron una gresca con piedras, botellas y palos, que dejó como saldo cinco hospitalizados, 45 afectados por gases lacrimógenos y varios carros de la prensa dañados.
La batalla campal entre las aficiones, que duró una hora y treinta minutos, desembocó en un pleito entre los enardecidos hinchas y la policía, que se dedicó a lanzar gases lacrimógenos, lo que provocó reiteradas desbandadas de los aficionados, entre ellos señoras y niños que buscan refugios para protegerse.
Ayer, en la sección de Validación del Hospital Enrique Baltodano de esta ciudad, se encontraban en observación Betty Vega, quien sufrió una cortada en su cabeza; Juan Villegas, oficial de policía que sufrió un golpe en su mano izquierda y Ahmed Alvarado, que presentaba un trauma en su mano derecha.
Mario Angulo, subdirector del hospital de Liberia, reportó que en total fueron atendidas cinco personas levemente heridas por pedradas, y unas 45 afectadas por los gases lacrimógenos.
De ellas, solo quedó en observación, a eso de las 4:45 p. m., un niño recién nacido que aspiró gases.
Turba incontrolable
En las afueras del estadio -sectores sur y este- la turba quemó el carro de Canal 4, se llevó una cámara de televisión de ese canal, destrozó el carro del director de Deportes Reloj, Leonel Jiménez, dañó el automóvil de Leonardo Cordero, periodista de Radio Monumental, y acabó con las ventanas de la móvil de Deportivas Columbia.
Funcionarios de esos medios anunciaron que piensan acusar a los responsables.
Producto de lo sucedido, ayer se encontraba detenido un hombre de apellido Sánchez como sospecho de ser uno de los que incendió el carro de Canal 4, según informó Otto Arrieta, de la Comandancia de Liberia.
Según el capitán Luis Antonio Mendoza, de la Comandancia de Liberia, fueron dos las personas que quedaron detenidas, aunque dijo que no habían sido identificadas aún.
Explicó que para sus hombres fue imposible efectuar más capturas, pues debieron defenderse ante los palos y piedras que les lanzaron cientos de fanáticos enardecidos.
De acuerdo con Mendoza, aunque había más de 150 oficiales destacados en Liberia, solo 60 tenían equipos antimotines.
Arrieta añadió que al encuentro se habían enviado 20 miembros del cuerpo antimotines, pero al corroborarse la gravedad de lo que ocurría en los sectores sur y este del Edgardo Baltodano, decidieron enviar 20 refuerzos más.
El viceministro de Seguridad Pública, Bienvenido Venegas, defendió que el dispositivo de seguridad empleado ayer en Liberia era suficiente para atender una situación normal, pero explicó que lo sucedido escapó a cualquier previsión.
Eduardo Ruiz, director del Ministerio de Seguridad Pública en la región de Guanacaste, justificó el uso de los gases lacrimógenos al explicar que los encolerizados hinchas la emprendieron contra la policía, a la que le lanzaron piedras, palos y botellas de vidrio.
Mientras en las afueras se producían continuas oleadas de aficionados que recorrían un tramo aproximado de 300 metros, el equipo de Santos se refugiaba en la cancha, pero cuando los gases alcanzaron a los jugadores, estos debieron salir a toda prisa, sin siquiera bañarse, por una puerta del costado norte del estadio.
Dolidos
En medio de un clima de consternación por parte de los vecinos de Liberia, el presidente de la Municipalidad de este cantón guanacasteco, Armando Sacasa, lamentó el vandalismo en el deporte y la mala imagen que quedará de Liberia a partir de lo sucedido.
"Hasta a mí me pegaron una pedrada en mi espalda. La policía no actuó de la mejor manera, porque empezó a tirar gases lacrimógenos indiscriminadamente. Es una barbaridad que se haya destrozado vehículos".
De los vehículos, el de Canal 4, que se encontraba estacionado a pocos metros de la salida del sector sur, fue el que quedó totalmente inservible.
El automóvil, sobre el que algunos hinchas brincaban y bailaban, primero fue volcado y después incendiado, en medio de la algarabía de la turba. La policía, entre tanto, respondía con bombas lacrimógenas, algunas de las cuales cayeron en viviendas, donde personas totalmente ajenas a la realidad del partido, resultaron perjudicadas.
Tras hora y media de desórdenes, heridos y gases lacrimógenos, la calma empezó a retornar lentamente en las afueras del Edgardo Baltodano, donde se vivieron actos de violencia y vandalismo.
* Colaboraron Mauricio Herrera, redactor de La Nación, y Luis Antonio Vega, corresponsal.