París. El cañonero italiano Christian Vieri tendrá hoy la mejor prueba para su marca goleadora cuando se enfrente con el poderoso equipo francés, que tiene a su favor la mejor defensa de la Copa del Mundo.
El partido Italia-Francia ofrece al espectador un vibrante duelo entre la mejor defensa del Mundial -un solo gol encajado en 4 partidos- y el romperredes Christian Vieri, autor de cinco goles, en quien confían todos sus compañeros para dejar fuera del Mundial a los anfitriones.
"Que ataquen ellos." Tal es la filosofía anunciada sin el menor rubor por el director técnico italiano, Cesare Maldini, para eliminar a los anfitriones atrayéndolos a su campo con el propósito de abrir por delante una inmensa pradera para las correrías del capo cannonero Christian Vieri.
Francia ha sabido arreglárselas sin Zinedine Zidane los dos partidos en que el director de juego ha estado suspendido, pero sufrió mucho a lo largo de 114 minutos para eliminar a Paraguay en octavos de final y ha venido contando con angustia los días que faltaban para su regreso.
El choque con Italia será una prueba de fuego para el equipo de Francia, que tiene a once de sus jugadores en el Calcio y lucha por equipararse a la squadra azzurra en preparación física y disciplina táctica, los dos pilares sobre los que han construido los azzurri su histórica fortaleza.
Italia llegó al Mundial con humildad, envuelta en críticas sobre el modelo de juego adoptado por Maldini, viejo partidario del resultado a cualquier precio, pero el desarrollo del torneo ha ido elevando al equipo en la consideración de los espectadores.
Con tres títulos mundiales en la mochila, Italia puede jugar contra Francia con la tranquilidad psicológica que le otorga en el pasado un largo rosario de éxitos, y en el presente su mera presencia en los cuartos de final, que le basta para justificarse.
Frente al impresionante historial italiano, Francia esgrime su título de campeón de Europa y la medalla de oro olímpica en 1984 como únicos diplomas.
La pareja que forman Laurent Blanc y Marcel Desailly en la zaga habrá de pasar un duro examen frente a Vieri y Alessandro Del Piero, los dos puntas del equipo italiano, que en esta ocasión, más que nunca, ha renegado del tridente ofensivo.
Maldini se inclinará, probablemente, por su habitual esquema 3-5-2 para contener el previsible ímpetu de los franceses y llevar el encuentro al terreno en que mejor se desenvuelve: la lucha cuerpo a cuerpo en su campo y el asalto fulgurante de Christian Vieri, jugador que puede aguantar varias entradas rivales sin inmutarse antes de hacer su mortífero disparo.
Jugadores y técnicos de ambos equipos se conocen a la perfección; muchos de ellos son compañeros de trabajo en el calcio italiano. Por momentos estarán tentados a pensar que asisten a un clásico Juventus-Inter.