
Hace nueve años ocurrió una de las tragedias que no solo conmocionó al mundo del fútbol, sino al mundo entero. El 28 de noviembre de 2016, el avión en el que viajaba el Chapecoense para jugar la ida de la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional de Medellín se estrelló en Cerro Gordo (rebautizado después como Cerro Chapecoense), en el departamento colombiano de Antioquia.
Cerca de las 10:15 p. m., el avión RJ85 de la aerolínea LaMia transportaba a 77 personas, de las cuales fallecieron 71 en el impacto. Entre ellas se encontraban jugadores, cuerpo técnico, directivos, tripulación y periodistas que acompañaban al equipo a Colombia.
El club brasileño iba rumbo a la capital antioqueña para disputar una final histórica. Después de una gran campaña, viajaban con la ilusión de hacer un gran partido y, ¿por qué no?, quedar campeones.
Lo que nunca imaginaron es que muchos de ellos no volverían a pisar un terreno de juego ni tampoco regresarían con sus familias. En un abrir y cerrar de ojos, todos sus sueños y deseos desaparecieron.
Del terrible accidente solo sobrevivieron tres futbolistas del ‘Chape’, Alan Ruschel, Jakson Follmann y Helio Neto, dos miembros de la tripulación -la ayudante de vuelo Ximena Suparez y el técnico de vuelo Erwin Tumiri- y el periodista Rafael Henzel, quien falleció en 2019, a los 45 años, luego de un ataque cardíaco.
Su vida no volvió a ser la misma. El accidente les dejó secuelas; los futbolistas tuvieron una larga recuperación y uno de ellos perdió una pierna.
Así es la vida actual de los jugadores que sobrevivieron al accidente
Alan Ruschel
Alan Ruschel es el único de los tres deportistas sobrevivientes que logró retomar su carrera a nivel profesional; a sus 36 años sigue activo y milita en el Juventude, de la Primera División de Brasil.

El lateral izquierdo llegó al hospital con múltiples traumatismos, una compresión en la tibia y el abdomen, además de una vértebra fracturada, por lo cual tuvo que ser intervenido de urgencia.
Los médicos pensaron que no volvería a jugar fútbol, pero su regreso al campo se dio en el estadio Camp Nou, contra el Barcelona, cuando el Chapecoense fue invitado a disputar el Trofeo Joan Gamper en 2017. Allí recibió un emotivo homenaje por parte del club español.
Su relato es uno de los más conmovedores; en una entrevista con el diario ‘Marca’, recordó cómo fueron esos instantes antes del accidente.
“Yo me acuerdo de todo hasta el momento del impacto. El piloto avisó que íbamos a aterrizar, hicimos una vuelta, otra vuelta y nada (…) no aterrizábamos. De repente, en una de esas vueltas, se apagaron todas las luces del avión, quedó todo en silencio. Nadie gritó, no hubo pánico, solo esa sensación de “¿qué está pasando?”. Después vino una turbulencia muy fuerte, sonó la alarma dentro del avión (…) y ahí ya no me acuerdo de más nada. Supongo que fue el momento del impacto”, comentó.
La suerte estuvo de su lado. Al inicio del vuelo quería sentarse solo porque sabía que sería un viaje largo. Sin embargo, su compañero Follmann lo invitó a ubicarse a su lado, por lo que decidió cambiar de asiento, sin imaginar que esa decisión le salvaría la vida.
“Yo sabía que iba a ser un viaje largo y quería viajar solo, acostarme en una fila de asientos atrás. Entramos todos y cuando llegó uno de los últimos, un periodista, se sentó a mi lado. Entonces pensé: ‘No voy a poder acostarme’. Justo en ese momento, Follmann me miró y me llamó para sentarme con él. El avión no tenía ningún problema”, recordó.
Ruschel sigue activo y, hasta el momento, no tiene pensado retirarse. La vida le dio una segunda oportunidad y trata de aprovecharla al máximo haciendo lo que más le gusta, que es jugar fútbol.
Jakson Follmann
La historia de Follmann es de fuerza, resiliencia y superación. El exportero sufrió la amputación de su pierna derecha, por lo que obviamente tuvo que dejar el fútbol e iniciar una nueva vida con una prótesis que recibió en febrero de 2017.

Su carrera como futbolista se vio frustrada con tan solo 24 años, por lo que le tocó reinventarse. Aunque en un principio no fue nada sencillo, tenía que luchar por sacar a su familia adelante.
“Tenía dos opciones: quedarme lamentándome o levantar la cabeza y encarar la vida (...) Tuve que desconstruirme para volver a construirme con mucha paciencia“, dijo en una entrevista con la AFP.
Por eso, tomó la decisión de dar charlas sobre superación personal, ser comentarista de fútbol y, en 2024, lanzarse como cantante.
“De niño siempre tuve dos grandes sueños: el de ser jugador de fútbol llegó primero, y el destino quiso que ahora esté realizando mi segundo sueño con la música”, contó.
Helio Neto
Helio Neto fue el último en ser rescatado; el defensa central del Chapecoense, quien ahora tiene 40 años, estuvo en estado crítico y fue operado en varias ocasiones. Aunque su más grande deseo era volver a jugar fútbol, no lo logró hacer.

Solo llegó a jugar algunos amistosos y, a pesar de que se esforzó por volver al nivel profesional, no lo consiguió.
Su historia, como la de sus compañeros, también es impactante: días antes de la tragedia soñó con el accidente y el día del viaje estaba tan nervioso que no quería tomar el vuelo, pero era un partido importante y su equipo lo necesitaba.
“No quería viajar. Tenía mucho miedo. Ese día me levanté y sentí que había algo diferente. Cuando iba para Bolivia a tomar el avión, le envié un mensaje a mi esposa pidiéndole que rezara porque el sueño había vuelto a mi cabeza y estaba muy nervioso. Pero tenía que calmarme. El partido por el campeonato estaba pendiente y no podía asustar a mis compañeros con lo que había soñado”, comentó en una entrevista que tuvo con esta casa editorial en el 2021.
Su vida cambió y no volvió a ser la misma. Hoy en día se dedica a dar charlas motivacionales, predica la palabra de Dios y comparte su testimonio de fe y perseverancia.
El pasado 20 de noviembre llevó la antorcha olímpica en la apertura de los Juegos Abiertos de Santa Catarina (en Chapecó), junto a Lorenzo, hijo del portero Danilo, fallecido en el accidente de 2016.
