Roberto y Hugo Chamberlain son familia, sobrino-nieto y tío-abuelo, además, comparten la misma afición por el tiro con rifle. Hace 20 años, el segundo impuso un récord que ahora ostenta el primero, pero no hay remordimientos ni asperesas entre ellos; al contrario, Hugo dice sentirse muy feliz.
Los 1119 puntos que consiguió Roberto en el Festival Deportivo Guatemala 2017 fueron suficientes para dejar atrás los 1108 que obtuvo su mentor en plena década de los 90 en el polígono del antiguo Estadio Nacional de la Sabana.
Cuando realizó el último disparo en tierras chapinas, el cumiche de este dúo familiar ignoraba haber roto el récord nacional en la categoría "Rifle - tres tiros" que impusiera su tío abuelo cuando él tenía apenas tres años, sin embargo, estaba seguro de haber tirado muy bien y marcado la pauta desde los primeros disparos, aunque no llevaba la cuenta.
"El tablero no suelta el puntaje hasta el último tiro y justo cuando entró el mío vi los números y me llevé la gran sorpresa; sentí mucha satisfacción", comentó el joven de 23 años.
Roberto cuenta que su tío le había pedido que dejara la marca unos años más, hasta que él muriera. "Pero claramente no pude cumplirlo", aseguró Roberto, con un tono de voz que revela no pretendía cumplir el pedido. Mientras tanto, Hugo Chamberlain asegura que en realidad no esperaba mantener la plusmarca para siempre; de hecho, antes de su sobrino estuvieron muy cerca de romperla, por lo que es una satisfacción muy grande que permaneciera en la familia.
"Mi sobrino es muy inteligente, organizado y analiza muy bien las cosas. Yo le dije que le diera viaje -se rie fuertemente al otro lado del teléfono- e impusiera un nuevo récord; es más, estoy seguro que va a superar el que acaba de fijar (1119 puntos) por mucho más", expresó su orgulloso tío.
La historia de Roberto con las armas inició a los 9 años, cuando disparó por primera vez el rifle de su padre, un Anschutz calibre .22 LR. En la familia siempre existió el amor por este deporte y a él le encantaba ver a su papá practicando, por lo que no dudó en aceptar su invitación cuando le dijo que si quería interlo.
"Nos pusimos a dispararle a unas botellas; ya luego pasamos a tirar con un rifle de copas y así empezó el amor hacia el tiro con rifle", añadió Chamberlain, quien actualmente cursa la carrera de ingeniería industrial.
A finales del 2008, su tío abuelo decidió retirarse y venderle todo el equipo para que entrenara con mayor facilidad. Fue así como inició una relación entre ambos más alla del vínculo sanguíneo; Hugo se convirtió en su guía, situación que se mantiene hasta el día de hoy.
"Él dice que aprendió gracias a mí y al papá, pero en realidad fue porque mi hermano Francisco le enseñó. Pusieron un cartón pegado a una tapia y de tanto darle se rompió y el muro comenzó a desgastarse; hubo que arreglar la tapia y todo", aseguró Hugo, quien actualmente trabaja para ayudar a su sobrino a depurar la técnica.
En estos momentos se preparan, pues se aproxima el Campeonato Clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, a llevarse a cabo en octubre próximo.
Modo de competencia. Existen tres categorías para tiro con rifle: Tres posiciones (de rodillas, tendido y de pie), tendido y rifle de aire (10 metros).
El récord general de la categoría "tres tiros" es el que ostenta Chamberlain con 1119 puntos. Esta prueba consta de 40 tiros de rodilla, 40 tiros tendido y 40 tiros de pie.
En el apartado de rifle tendido, los competidores realizan 60 tiros en busca de su mejor marca personal. Chamberlain desea conquistar el récord que ostenta actualmente Max Rohrmoser, con 594 puntos.
Otra marca que el joven tirador quiere romper es en el rubro de rifle de aire a 10 metros, fijada por Rodrigo Vásquez, en 583 puntos.
Chamberlain se prepara para seguir haciendo historia; aún es joven pero cuenta con los 60 años de experiencia de Hugo, a quien describe como una enciclopedia viviente.
Así que, cada vez que Roberto apunte, lo hará bajo los parámetros que aprende con su tío y con los cuales intenta ser cada día mejor, para honrar el "perdón" que le regalara Hugo tras romper su récord en tiro con rifle.