París. Arantxa Sánchez Vicario sufrió hoy la derrota más dolorosa de su carrera en su torneo favorito, Roland Garros, donde se ha coronado tres veces campeona, al ceder ante la canaria Marta Marrero por 6-0 y 6-1 en 52 minutos.
Nunca hasta hoy Arantxa se había dejado intimidar de esta forma en la primera ronda de París donde ha labrado la mayor parte de su gran historial, y donde su garra y tenacidad siempre le sacaron de apuros.
Esta vez, una jugadora de 19 años, cuarto finalista hace dos temporadas, la destrozó creándole un problema de supervivencia, pues, de momento, Arantxa ha decidido hacer un alto en su carrera, parar, y meditar, hasta qué punto puede continuar.
Esta derrota marca un punto crucial en su carrera. El pasado año ya sufrió un aviso al caer en la segunda ronda de París, ante la estadounidense Amy Frazier y en la de Wimbledon, ante la también americana Liliah Osterloh.
Allí, en el All England Tennis Club reconoció que su separación matrimonial había afectado su juego.
Pero este año ha bajado aún más su listón en el Grand Slam, con salidas precipitadas a la primera en el Abierto de Australia, contra la croata Iva Majoli, y ahora en París contra Marrero.
A sus 30 años, ha ganado en su carrera 29 torneos, cuatro de ellos del Grand Slam (tres Roland Garros: 1989, 1994 y 1998, y un US Open en 1994).
Obtuvo su primer título en Bruselas en 1988 y el último en Madrid en 2001, y ha sido número uno del mundo individual en tres ocasiones, en 1995 con un total de 12 semanas, y también de dobles. Un fenomenal historial al que hay que añadir cuatro medallas en JJ.OO.: plata en dobles y bronce en individual en Barcelona, y plata en individual y bronce en dobles en Atlanta.
Pero aunque su memoria todavía recuerda estos éxitos, su juego ha pasado ante la velocidad de bola de las nuevas dominadoras del circuito, las americanas Jennifer Capriati, las hermanas Venus y Serena Williams y las belgas Justine Henin y Kim Clijsters, y esta semana ocupa el puesto 29 de la clasificación mundial.
Sus resultados esta temporada también demuestran que su estado no es el mejor. Arantxa ha perdido ocho veces en su debut en un torneo: Sydney, Abierto de Australia, Doha, Acapulco, Sarasota, Amelia Island, Madrid y aquí en Roland Garros. Ha salvado esta sesión con dos cuartos de final: Indian Wells y Hamburgo.
Arantxa tiene suficientes razones para meditar su continuidad. "Ahora me tomaré un tiempo de descanso, para pensar y ver lo que hago, pero no es para pensar si me retiro o no", advirtió tras encajar la derrota, sin ni siquiera asegurar si jugaría en Wimbledon dentro de tres semanas.
"Es una temporada bastante diferente, y no estoy contenta de cómo me van las cosas", dijo Arantxa al analizar lo que va de año, "pero no es el fin del mundo, hay que continuar y quizás tomando este tiempo me ayude para que las cosas vayan mejor", apuntó en su última conferencia de prensa en París con su perrita "Tina", un chihuahua regalo de Martina Navratilova.
La propia Arantxa señaló hoy que se sentía satisfecha con su pasado y que ahora tenía otras sensaciones. "Yo ya he hecho todo lo que tenía que hacer en el tenis y ahora lo que tengo que hacer es disfrutar", comentó para añadir después al referirse a Marrero: "Ella tiene un camino por delante".
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.