Melbourne. Los estadounidenses Andre Agassi y Pete Sampras se dieron la mano de nuevo con la red de por medio, pero esta vez el jugador de Las Vegas salió triunfador de uno de los duelos más apasionantes en el Abierto de Australia tras vencer a su amigo y eterno rival, y conseguir el billete para la final.
Agassi venció a Sampras por 6-4, 3-6, 6-7 (0-7), 7-6 (7-5) y 6-1 en dos horas y 55 minutos de gran tenis, en uno de los duelos más clásicos de la reciente historia de este deporte. El campeón de Roland Garros y del US Open se vengó así de la humillante derrota que Sampras le infligió en la final del Masters disputado en Hannover, y de paso amargó el sueño de Sampras. El de Washington no podrá cumplir en Melbourne su objetivo de romper el récord que todavía mantiene con Roy Emerson con 12 victorias en torneos individuales del Grand Slam.
Sampras disparó 37 saques directos, algunos de ellos con segundos servicios, y a 206 kilómetros hora, pero no pudo con el mejor restador del circuito. Agassi es capaz, y hoy lo demostró, de devolver la bola incluso cuando le llega a esa velocidad y lograr el punto.
El encuentro pudo acabar mucho antes si Agassi hubiera convertido los dos puntos de set que dispuso en el duodécimo juego del tercer set. Sampras exhibió entonces una gran fortaleza mental al abortarlos con su saque para forzar el primer desempate de la noche y ganarlo sin ceder un sólo tanto.
Antes, Sampras había estado a punto de perder los nervios cuando Agassi detuvo el juego porque una bandada de gaviotas había atravesado la pista y depositado sus excrementos en la misma. Dos recogepelotas saltaron con toallas para limpiar la superficie de la Rod Laver Arena provocando la hilaridad del público que se frotaba los ojos ante la meticulosidad del americano.
Con su novia Steffi Graf tiritando de frío en la grada, el juego de Agassi subió de nivel en el cuarto set. Como en el partido contra el australiano Mark Philippoussis, Agassi aumentó más la presión sobre el servicio de su adversario, que sólo a base de hacer trabajar su hombro lograba sacarlos adelante. En el segundo desempate Agassi aprovechó el único descuido de Sampras para hacerse con este parcial.
En el quinto set, Agassi fue sin duda el mejor. Rápido, con una forma física superior a la de Sampras, rompió dos veces el saque a su adversario y ganó con facilidad. Andre celebró el triunfo como si ya hubiera ganado el torneo. No es para menos, había derrotado por segunda vez a Sampras en Melbourne Park, como hizo en la final de 1995 cuando consiguió el título. Pete sigue dominando en sus enfrentamientos, ahora con 17-12 para él, pero no tendrá opción de levantar la copa de campeón. "No sé si puedo jugar mejor", dijo.
Agassi mantiene así la posibilidad de convertirse en el primer jugador después de Rod Laver en 1969 que alcanza cuatro finales consecutivas. "Para mi no significa nada si no gano", dijo el de Las Vegas sin inmutarse al respecto.
Agassi si vibró en cambio con la reacción del público durante el partido. "Una cosa así sólo la he visto en la Copa Davis, ni siquiera te oyes a ti mismo y de repente hay un silencio en tu mente, es impresionante", comentó.
Impresionado, como los 15.000 espectadores que llenaron la central, Andre añadió que es estos partidos cuando siente el tenis en sus venas. "Los momentos en la pista entre los dos son sagrados", dijo refiriéndose a Sampras, de quien alabó sus éxitos, pero sobre la posibilidad de que logre su 13 título del Grand Slam, puntualizó: "si yo estoy compitiendo espero que no lo consiga nunca".
Sampras admitió que tuvo el partido en la mano pero que no pudo dirigirlo. "En el cuarto set dejé de escapar mi oportunidad y me vine un poco abajo, pero no me voy deprimido", señaló el americano quién reiteró que este año luchará al máximo por los grandes. "La posición que logre no me motiva nada, sólo los Grand Slams".
Agassi luchará el domingo con el vencedor de la semifinal entre el ruso Yevgueny Kafelnikov (2) defensor del título y el sueco Magnus Norman (12) que se jugará mañana viernes.