El secretario general del Consejo para Prevenir y Combatir el Dopaje, Philippe Roux Comoli, dijo que se estudiarán los historiales médicos de todos los pedalistas para determinar si estaban usando medicinas para alguna enfermedad o se doparon.
El presidente de la Federación de Ciclismo Francesa, Daniel Baal, afirmó que "casi todos los ciclistas involucrados presentaron certificados médicos" que explicaban la presencia de esas sustancias.
La semana pasada la Unión Ciclística Internacional (UCI) informó de que no había habido positivos en el Tour. La Unión tuvo en cuenta las excusas presentadas por los ciclistas en cuestión.
Las autoridades francesas hicieron sus propios análisis para asegurarse de que se cumple con una severa legislación aprobada el año pasado, en respuesta al escándalo registrado en 1998, cuando surgieron sospechas de un uso generalizado de la sustancia EPO.
Los franceses examinaron 96 muestras de orina tomadas a 71 ciclistas.
"Los análisis revelaron la presencia de productos dopantes en el 45 por ciento de las muestras (43 casos)", expresó el presidente del Consejo Michel Boyon.