Madrid, 26 abr (EFE).- El ciclista italiano Mario Cipollini, conocido entre otros sobrenombres como 'Super Mario' y considerado como uno de los mejores velocistas de todos los tiempos, anunció hoy que cuelga definitivamente la bicicleta con un palmarés envidiable de 189 triunfos, entre ellos el Mundial de fondo de 2002.
Mario Cipollini, nacido el 22 de marzo de 1967 en Lucca, debutó como profesional en 1989, y desde entonces no dejó de ganar en todas las temporadas.
Entre sus mayores éxitos destaca el título mundial de fondo en carretera logrado en Zolder (Bélgica) en 2002, año en el que también se impuso en la Gante-Wevelgem -que también había ganado en 1992 y 1993- y la Milán-San Remo. También destacan sus triunfos en dos ocasiones en el Trofeo Luis Puig, en Valencia.
El "Bello Mario" ha pasado por los equipos Del Tongo (1989-1991), MG Bianchi (1992-1993), Mercatone Uno (1994-1995, Saeco (1996-2001), Acqua e Sapone (2002) y Liquigas (2003-2005).
Es, además, el ciclista con el récord absoluto de triunfos parciales en toda la historia del Giro de Italia, con un total de 42 victorias de etapa.
Su temporada más fructífera fue la de 1995, en la que subió a lo más alto del podio en hasta 18 ocasiones, como corredor del Mercatone Uno-Saeco.
En 1994 sufrió un aparatoso accidente en la primera etapa de la Vuelta a España, en Salamanca, en donde protagonizó un rocambolesco duelo en la recta final con su compañero de equipo y compatriota Adriano Baffi, y acabó en el hospital tras golpearse la cabeza contra el pavimento tras chocar contra una valla de protección.
El "Bello Mario", "Super Mario" o el "Rey León", además de su clase, daba espectáculo en cuantas pruebas participaba, pues a su personalidad, a su clase adornada con 189 victorias, hay que añadir su "originalidad" a la hora de afrontar las carreras.
Fue el corredor mejor pagado del pelotón italiano, por lo que no le importaba tener que pagar importantes multas en las carreras en las que participaba al romper las "reglas".
Entre sus extravagancias destacan el pintar su bicicleta y calzones con la bandera de Estados Unidos, subir al podio a recoger los laureles vestido de emperador, aparecer vestido de esmoquin blanco al pedestal en las Seis Días de Milán o con la camiseta de su amigo el futbolista brasileño Ronaldo, con el torso desnudo o lucir un "body" destacando su anatomía.
Cipollini era todo un espectáculo para el aficionado, pues solía fallar muy pocas veces en los objetivos que se marcaba y es uno de los pocos que solía romper las estrictas normas, en cuestión de vestimenta, que marca la Unión Ciclista Internacional.
Una se sus últimas "travesuras" fue salir disfrazado de tigre en el prólogo disputado en la jornada anterior, lo que le volvió a costar una importante sanción económica y la correspondiente advertencia de que seguir en esa línea se estaba jugando la continuidad en la prueba.
Mario Cipollini también ha sido un ciclista carismático y polémico. No dejaba indiferente a nadie y también protagonizó algunos incidentes poco deportivos al enfrentarse a otros rivales fuera de las carreteras. Buena parte de sus numerosos seguidores eran mujeres. EFE
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