El alero Tim Duncan se desbordó, con 32 puntos y 20 rebotes, para que los San Antonio Spurs vencieran ayer a los Dallas Mavericks, 105-87, y pasaran a la final de la Conferencia Oeste, en la cual se medirán con Los Angeles Lakers.
San Antonio, que se llevó 4-1 esta serie al mejor de siete encuentros, dio una lección de baloncesto a los jóvenes Mavericks, que, encabezados por el alemán Dirk Nowitzki, presentaron un elenco con mucho porvenir.
Nowitzki volvió a ser el eje principal de la ofensiva de Dallas con 42 puntos y 18 rebotes, pero tanto él como el resto del equipo no pudieron contener a las "Torres Gemelas" de San Antonio, Duncan y David Robinson.
La superioridad de los Spurs fue manifiesta en todos los aspectos de juego, tanto a la ofensiva como a la defensiva, al limitar a los Mavericks a 87 puntos, al tiempo que en el ataque se desbordaban con 105 tantos.
El cuarto parcial fue de puro trámite para los Spurs, el cual se adjudicaron 26-24 con gran parte de la reserva en la cancha durante mucho tiempo.
La ventaja de San Antonio casi siempre osciló entre 14 y 18 cartones, dejando la diferencia finalmente en 18 puntos.
El poste Robinson también fue un baluarte ofensivo para los Spurs, al totalizar 16 unidades con 14 rebotes, así como el base reserva Antonio Daniels, quien encestó 19 puntos.
San Antonio llegó al descanso intermedio con una ventaja de 16 cartones, al dejar en el marcador en ese momento pizarra de 57-41, gracias a la actuación de Duncan, quien hasta ese entonces acumulaba ya 19 tantos y 13 rebotes.
San Antonio, jugando de nuevo en su propia casa, recibió todo el respaldo de su fanaticada, además de realizar un efectivo juego basado en una perfecta combinación ofensiva y defensiva.
Spurs y Lakers (que barrieron a los Kings) se medirán, ahora, en la primera final del Oeste entre dos exacampeones de la NBA.