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Siete jugadores de la selección de El Salvador se reunieron con tres mafiosos, uno de ellos asiático, el otro africano y un panameño, para amañar el partido que el combinado nacional disputó contra el equipo estadounidense D. C. United el 19 de junio de 2010. El encuentro concluyó 1-0 a favor de los estadounidenses, con gol de Adam Cristman al minuto 50.
Así lo informa el diario cuscatleco Prensa Gráfica tras una ardua investigación y que ha desatado una amplia polémica en el futbol de esa nación.
“Los jugadores que sostuvieron la reunión con los apostadores, en el hotel Crowne Plaza de Herndon, Virginia, donde la Azul (selección salvadoreña) estaba concentrada, fueron Dagoberto Portillo, Dennis Alas, Mardoqueo Henríquez, Víctor Turcios, Carlos Monteagudo, Rodolfo Fito Zelaya y Eliseo Cheyo Quintanilla. A cada uno le ofrecieron $10,000 por perder el encuentro por una diferencia de dos o más goles. Aunque inicialmente se acordó continuar con la conjura, uno de los jugadores afirma que finalmente no consumaron el arreglo”, afirma la publicación.
Agrega que dos apostadores son el ciudadano de Malí nacionalizado singapurense Gaye Alassane, y el panameño Javier Núñez. En cuando al asiático, indicó que no ha sido identificado aún. Estos tres son “miembros del círculo de colaboradores del mafioso singapurense Wilson Raj Perumal, según información de Interpol”.
Cuatro meses después de esa reunión, Gaye Alassane se presentó junto al singapurense Ravin Raj y el nicaragüense Yaser Aráuz a las oficinas de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT).
Según la publicación, el objetivo de los empresarios era organizar un partido amistoso contra Costa Rica.
El partido se efectuó el 12 de octubre de 2010 en el estadio Carlos Ugalde Álvarez de Ciudad Quesada y la Tricolor, dirigida en forma interina por Ronald González, ganó 2-1 con goles de José Sánchez (10’), Rafael Burgos (50’) y Josué Martínez (86’). Al 90’, Josimar Arias mandó por encima del travesaño un penal.
