Varios factores han hecho que los últimos días de la Selección Nacional Femenina de fútbol sean atípicos.
El conjunto patrio está en plena disputa de un boleto hacia el Preolímpico de Concacaf, el cual después definirá los dos clasificados a Tokio 2020.
La Sele viene de disputar varios fogueos, antes impensados, además de cuatro semanas de preparación continúa y concentración en el Proyecto Gol.
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A eso se le unió la oportunidad de jugar en casa, algo también poco común, porque el último partido oficial de la Femenina en territorio nacional fue hace seis años, durante los Juegos Centroamericanos San José 2013.
La respuesta fue positiva, el viernes llegaron 3.200 personas al Morera Soto y transmitieron el apoyo a las seleccionadas.
Hace casi dos años, cuando la Nacional disputó un amistoso ante México en el Ricardo Saprissa hubo mucho menos presencia de aficionados.
“Hoy se hicieron sentir un poco más, lo más positivo es que nunca fueron negativos, pese a que se nos complicó (el partido) en algún momento y llegamos a la ansiedad. Creo que esto se lo merecen las muchachas, que la gente las apoye, porque han demostrado y por intentar hacer lo mejor. Aprovecho para agradecer y ojalá nos apoyen el martes porque es una final”, comentó Amelia Valverde.
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El martes jugarán ante El Salvador a las 7 p. m., también en Alajuela.
La presentación de la nueva piel de Costa Rica también fue un condimento extra en el grupo tricolor. Las jugadoras fueron las encargadas de dar a conocer la casaca, durante una conferencia de prensa en el Proyecto Gol, el jueves.
“En lo personal lo viví de forma positiva, es un honor presentar la camiseta de la Sele, eso agrega motivación al torneo”, comentó Raquel Rodríguez.
Para la futbolista del Sky Blue de Estados Unidos han sido días emocionantes, sobre todo porque pocas veces está en el país y hacerlo con miles de hinchas marcó un punto y aparte.
"Por un momento me sobrellevó una emoción muy profunda, es porque no ha sido fácil, sé que en el futuro será aún mejor, pero por días como hoy es que puedo ver hacia atrás y sonreír y ver que hay esperanza para el fútbol femenino", agregó.
Esta vez entre la afición había más que familiares y amigos, que son los recurrentes cuando se tratan de partidos, tanto de selección como de clubes.
La guardameta Noelia Bermúdez también disfrutó del ambiente y como el resto de sus compañeras, mencionó constantemente el agradecimiento a quienes decidieron ir al Morera Soto.
“Desde que se nos dio la noticia que íbamos a jugar en Costa Rica, fue de mucha motivación e ilusión para todas. La semana ha sido fuera de lo normal, empezando porque tenemos una concentración a tiempo completo en el país y eso no suele suceder. Ojalá sea el inicio de acostumbrarnos, que se nos dé más seguido estas oportunidades”, apuntó.
