Panamá dio el aviso y en la Selección deberían encender la luz de alerta. El juego aéreo donde el equipo tiene que ser sólido, fue punto bajo para los nuestros, quienes recibieron el segundo gol en una acción que nació por las alturas.
Mucho se ha hablado del encuentro crucial, el 14 de este mes contra Nueva Zelanda; es de sobra conocido que el adversario tiene su punto más fuerte en el juego aéreo.
Luis Fernando Suárez, técnico de la Selección, y los futbolistas lo tienen claro: Nueva Zelanda gusta llegar por los costados y sacar los centros para Chris Wood, el espigado delantero del Newcastle de Inglaterra.

Pero al miunuto 75, Roderick Miller nos puso a meditar, ganó bien arriba, no lo incomodaron, incluso superó a Juan Pablo Vargas, bajó el balón y Cecilio Waterman lo envió al fondo.
“Desgraciadamente no tuvimos las oportunidades para contragolpearlos, marcar y empatar el partido. Después vino el 2 a 0 en pelota quieta, el rebote les cae y concretaron y entonces es para analizarlo, un juego para digerirlo porque siempre queremos ganar”, dijo Kendall Waston en declaraciones a Tigo Sport.
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La conquista de los canaleros fue la única ocasión que por las alturas presentaron en los 90 minutos, pero la ganaron, y fue suficiente para tomar precauciones. Contra Nueva Zelanda la Selección no se puede permitir el mínimo despiste en labores defensivas.
“Ojalá que todo se mejore para el compromiso más importante que es ante Nueva Zelanda”, señaló Kendall, quien agregó que pese a tener dos partidos antes del 14, frente a Panamá y el domingo en el estadio Nacional contra Martinica, siempre se piensa en los “Kiwis”.
“Siempre está en la mente, sería mentirle de que uno lo pone a un lado, pero tenemos la responsabilidad de ganar estos juegos porque representamos al país y queremos llegar a la final. Dentro de la cancha uno no juega para perder, se juega para ganar y no se nos dio”.

