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Las selecciones que disputarán la hexagonal de Concacaf a partir del 11 de noviembre, afrontarán un calendario desigual.
De acuerdo con un análisis realizado por La Nación, hay un marcado desequilibrio en la agenda de la mayoría de países.
México es el único de los seis que tendrá tres partidos consecutivos en su campo, mientras que solo Estados Unidos y Panamá alternarán sede a lo largo de toda esta fase eliminatoria.
Es decir, gringos y canaleros jugarán de local y de visita en cada uno de los microciclos de la eliminatoria.
Por su parte, la Honduras de Jorge Luis Pinto es la única que lidiará con tres visitas al hilo.
La disparidad del calendario puede comprometer a una selección apenas en el comienzo y generarle tensión al resto, al ver que la cosecha de puntos es dispareja tan solo en el arranque.
Casos puntuales: si aprovecha su casa, Pinto puede amarrar seis puntos en la primera doble tanda de juegos, mientras que el Tri perfectamente puede iniciar en blanco debido a sus visitas a EE. UU. y Panamá.
El propio exentrenador de la Sele reconoció la importancia de comenzar en su cancha.
“Empezar de local es importantísimo, trae sus beneficios, solo hay que adaptarse al calendario y planificar bien las cosas, mirar con objetividad lo que tendremos en noviembre. Y comenzar una hexagonal bien es muy bueno”, dijo el DT cafetero a medios hondureños.
Toca imponerse. En el caso de Costa Rica, cerrará la hexagonal de visita, pese a que ganó su grupo; lo mismo les pasará a EE. UU. y al seleccionado azteca.
“Pareciera que debió haber sido así (bajar el telón de local) como un premio por ganar el grupo. El esfuerzo de haber quedado primero hubiera tenido una lógica”, expresó Rafael Fello Vargas, secretario general de la Federación Costarricense de Fútbol.
Vargas comentó que si bien el calendario tiene “sus cosas”, la Sele debe apegarse al manual de imponerse en el Estadio Nacional y pellizcar puntos fuera.
“En una eliminatoria, indistintamente de la programación de los juegos, siempre es una obligación sacar los 15 puntos en casa. Eso encaminará mucho el pase al Mundial”, subrayó.
En el papel, el periodo de mayor tensión para la Tricolor será entre 24 y 28 de marzo, cuando juegue ante México y Honduras de visita, respectivamente.
La Fedefútbol gestionará que el equipo patrio regrese al país el mismo día del juego en el Azteca, para preparar de inmediato la visita a territorio catracho, adonde llegaría la tarde previa al duelo.
Para las cinco visitas, la Mayor viajará en vuelo charter bajo la premisa de ganar tiempo de preparación entre un cotejo y otro.
Después de ello, vendrá la semana “cómoda” en la que el equipo patrio no se moverá del país, al recibir a Panamá y Trinidad, entre el 7 y 12 de junio.
