México se desesperó, Gerardo el ‘Tata’ Martino estuvo intranquilo durante casi 94 minutos y las caras de los futbolistas lo decían todo. ¿El culpable? La Selección de Costa Rica, que este domingo jugó uno de sus partidos más eficientes de la eliminatoria, porque antes de conseguir el empate de 0-0 las apuestas estaban en su contra y eso aumenta el valor del punto, sobre todo sabiendo que Panamá había hecho su trabajo ante Jamaica (triunfo de 3-2).
El equipo nacional dio un mensaje fuerte y claro en el Estadio Azteca: aún no está lista para ‘morir’. Los números siguen del lado canalero, pero tener fe no es algo descabellado cuando faltan 12 puntos en disputa; la jornada del próximo miércoles también se encargará de vislumbrar mejor esos siguiente pasos. Mientras tanto, la personalidad y paciencia de la ‘Sele’ se ganaron el aplauso que tantas veces le ha faltado.
Los locales estuvieron encima de Costa Rica y en los últimos minutos su intensidad aumentó, pero de la misma forma lo hizo el orden de su rival, que llegó al Coloso de Santa Úrsula con una estrategia muy clara: defender y buscar un contragolpe. Por poco y de esa forma también pudo convertirse en la sorpresa de la jornada de Concacaf, pero a sus jugadas de contragolpe, siempre con presencia de Joel Campbell, le faltaron mejor puntería.
Lo que sí le sobró al equipo de Luis Fernando Suárez fue carácter y capacidad para mantenerse dentro de su plan táctico, que incluyó cambios obligados y sorpresivos en la alineación, entre ellos el de Youstin Salas y Gerson Torres, ambos con buen suceso. México debió mover sus fichas desde el medio tiempo, porque estaba muy lejos de cumplir con su papel preimpuesto de superioridad.
Sí hubo cambios y los dirigidos por el Tata presionaron más y mejor, lo dicen los dos balones pegados en el palo o los pases que esta vez sí se acercaban con peligro al área del portero Keylor Navas. Sin embargo, Costa Rica nunca se desesperó, lo hicieron más los mexicanos cuando una y otra vez intentaron -sin éxito-, detener a Joel.
Y cuando a los ticos les faltó aire y piernas para seguir sosteniendo el balón, aparecieron las variantes, sobre todo para refrescar, como los debutantes Jeffry Valverde y Daniel Chacón, pero también se agregó experiencia con Bryan Ruiz, quien sin correr demasiado provocó faltas importantes, de esas ideales para parar el ímpetu del rival. Ya sabemos que en la eliminatoria todo juega y más en momentos como estos.
Ahí empezó la exasperación mexicana, obligada a ganar para quitar del segundo puesto a Estados Unidos, y eso, por el contrario, le dio una mano a Suárez y compañía. La confianza se notaba más del lado visitante, sabedor del buen sabor de boca que provoca un punto en el Estadio Azteca. Y es que no es cualquier punto, es uno que le mete presión a Panamá y aviva el sueño mundialista de Costa Rica.
La Selección Nacional sigue lejos de ser el equipo deseado por su afición, pero este domingo se encargó de echar a perder los pronósticos - de fe y de matemáticas-, porque un punto en México no estaba dentro de la suma y resta. Eso, durante esta eliminatoria, es ganancia.

