Carlos Santana sorteó anoche su primera gran crisis como entrenador, al recibir un voto de apoyo de la Junta Directiva del Saprissa, que lo confirmó en su cargo.
Al cabo de un largo día de incertidumbre sobre el futuro del técnico, presionado por un gris arranque de temporada, fue Manuel Muñoz Alemán, vocero del equipo morado, quien puso fin a las especulaciones.
"Luego de escuchar al técnico, la decisión de la Junta Directiva es seguir trabajando con don Carlos Santana y darle la confianza para que continúe al mando", explicó Muñoz, a eso de las 9:45 p. m.
Según afirmó Muñoz, la directiva no le impuso al estratega morado plazo alguno para que el equipo tibaseño suba el rendimiento.
"Los plazos de los entrenadores son los resultados", expresó. Lo mismo sostuvo Santana. Es que el clásico está cerca.
El 15 de setiembre los morados reciben a los rojinegros.
"Los partidos entre Saprissa y Alajuela tienen una connotación especial. Estoy clarito de mi responsabilidad por ese partido".
Tampoco, según Muñoz, se le hizo un llamado de atención al estratega o a los jugadores; sin embargo, sí sostuvo que los futbolistas serán evaluados y examinados.
La sesión de la directiva de los bicampeones morados se inició a las 7:30 p. m. Antes de recibir a Santana, los directores atendieron al guardameta Erick Lonnis, quien comunicó su decisión de operarse el ligamento de la rodilla derecha en Cleveland, Estados Unidos. La operación tendrá un costo de seis millones de colones.
Además, el vocero Muñoz anunció que un portero colombiano, Rodrigo Benítez, de 26 años, iniciará una prueba con el equipo para suplir la ausencia del lesionado portero.
Antes de la esperada cita con la directiva, el técnico Santana se reunió con su asistente, Evaristo Coronado, y su preparador físico, Harry González. "Vengo a dar mi informe mensual. Tengo la confianza de que se tomará la mejor decisión para el equipo", expresó el guía antes de su encuentro con los dirigentes.
Luego afirmó, a eso de las 9:58 p. m., que los directores escucharon con suma atención sus planteamientos.
En medio de libretas, lapiceros y cámaras, el guía morado aceptó el mal momento del cuadro a su cargo, mas se mostró confiado en el material humano que tiene en sus manos.
"Confío en mi equipo, somos conscientes de que el asunto tiene que mejorar... es cuestión de trabajo".