Kobe (Japón). Para muchos japoneses, una Copa Mundial de futbol exitosa será medida no solo por cuántos partidos gane su selección, sino también por la forma en que se desempeñen sus tradicionales rivales de Corea del Sur.
Los visitantes que pasan por las complejidades organizativas de la primera Copa Mundial cuya sede es compartida por dos naciones, dicen que la rivalidad entre los coanfitriones está haciéndose sentir en otras formas fuera de la cancha.
El orgullo nacional, una amarga historia y malentendidos en la era moderna, señalan una relación que ha quedado en primer plano por la máxima cita del balompié, que comienza mañana.
"Espero que lleguemos a la segunda ronda, eso sería bueno. Ayudaría si a Corea no le fuera muy bien", dijo un aficionado japonés, Kiichi Sano, frente a la estación ferroviaria de Kobe, ciudad que será escenario de dos partidos de la primera ronda y uno de la segunda.
La península coreana fue colonia japonesa durante 35 años, hasta finales de la Segunda Guerra Mundial.
Una larga disputa por los libros de historia japoneses, los que resaltan con orgullo las atrocidades de las fuerzas niponas durante el dominio colonial, toca una delicada fibra de vez en cuando.
Las visitas del primer ministro japonés Junichiro Koizumi, al santuario de Yasukuni, en Tokio, donde 14 criminales de guerra convictos son homenajeados junto con los soldados nipones muertos en guerras, ha tocado otra.
Con la Copa Mundial, la larga rivalidad está saliendo a la superficie en nuevas formas.
El objetivo establecido por ambas naciones es llegar a la segunda ronda del torneo de un mes de duración, algo que ningún país anfitrión ha dejado de lograr.
Para eso, los dos deben realizar vastas mejoras en comparación con sus actuaciones en copas mundiales anteriores.
Japón no logró ganar ningún partido en su única participación en una Copa Mundial en Francia en 1998. Corea del Sur no ha ganado ni un solo partido en cinco torneos anteriores.
Los japoneses podrían tener una primera fase levemente más fácil, con un partido inicial contra Bélgica el martes próximo, seguido por choques contra Rusia y Túnez.
Por su parte, los surcoreanos debutarán contra Polonia, también el martes, seguido por encuentros contra EE. UU. y Portugal, integrantes del grupo D.