La Eurocopa 2000 es la última ocasión para Portugal de ganar un título mayor, tras imponerse en el Mundial Juvenil (1989 y 1991). El equipo es capaz de jugar un futbol impresionante, cuando sus jugadores de alta clase mundial se sienten con ganas de hacerlo.
Los impredecibles lusitanos, a las órdenes del estratega Humberto Coelho, se clasificaron como la segunda mejor selección de todos los grupos, con siete triunfos en diez encuentros y una estupenda diferencia de 28 goles positivos.
Los adversarios del bloque 7 le permitieron estas magníficas estadísticas, con goleadas de bulto ante Azerbaiján, Eslovaquia y Liechtenstein. No consiguió, sin embargo, vencer a Rumania (un empate y una derrota), que será rival suyo en la Euro 2000.
Otro factor a favor de Portugal es que se evaporaron las expectativas de la Copa Europea de 1996, cuando estaba entre los grandes favoritos y hoy los dejó relativamente libres de presiones.
Su disposición al ataque los puede dejar con la retaguardia descubierta, pues los defensores siempre muestran una gran propensión a hacer sonar las alarmas, debido a que pierden la concentración en el momento menos oportuno.
Al menos, si no llegan a convencer en la selección, su generación de oro se distingue en el extranjero, con jugadores de gran calidad técnica y buen trato del balón, quienes disfrutan del rendimiento más consistente en Europa, aunque no siempre produjeron intrincadas habilidades para su selección nacional.
Son los casos en España del desequilibrante Luis Figo, en el Barcelona; Ricardo Sa Pinto, con instinto asesino en la Real Sociedad y compañero adelante de Joao Pinto, del Benfica; y el guardameta Vitor Baia, cedido del Barcelona a su club de origen, el Oporto.
Si van a evitar goles en su meta, Fenando Couto es de importancia vital. En Italia, un maestro de los pases, Rui Costa, brilla en la Fiorentina, mientras que el medio defensivo, Paulo Sousa, es a menudo titular con el Inter de Milán.
Con vistas a la Euro 2004, que será organizada por los lusos, Portugal procura dar una buena imagen en este certamen, en el que fueron terceros hace 16 años. Sin embargo, la lucha infernal de los pupilos de Coelho es poder lograr una plaza ante formaciones del calibre de Alemania, Inglaterra y Rumania.