
Miguel Ajú regresa a la Primera División y cuando firmó el contrato con su nuevo club recordó unas palabras que dijo hace unos meses en una entrevista con La Nación, justo en el instante en el que tomó la decisión de jugar en la Liga de Ascenso con Sarchí.
La incertidumbre lo golpeó igual que a muchos futbolistas afectados por los propios problemas de Santos y Guanacasteca, clubes que perdieron su licencia para competir por presuntos ocultamientos de cambios de administración.
En el caso de Miguel Ajú, él pasó de estar desempleado a una oportunidad que no dejó escapar, y esa decisión de ir a la Liga de Ascenso le cambió la vida.
“Hace unos meses había dicho que mucho jugador piensa que Segunda División es un abismo; pero no es así. Es una oportunidad más de trabajo para volver a relucir”, recordó Miguel Ajú, quien se convirtió en uno de los primeros refuerzos del Municipal Pérez Zeledón.
El guardameta tuvo regularidad en el cuadro sarchiseño donde militan muchos de los jugadores de la cantera de Liga Deportiva Alajuelense y en ese tiempo aprovechó no solo la oportunidad de verse con trabajo de nuevo y siendo regular en el campo, sino que concluyó sus estudios de secundaria.
“Las gracias a todos los profesores y subdirector del Colegio Calasanz Nocturno. Gracias a la iniciativa de don Joseph Joseph para que los deportistas estudien. Esto me ayudó a terminar mi etapa del colegio a los 26 años”, apuntó Miguel Ajú.
Agregó que no es ninguna mentira que le ha costado consolidarse en un solo equipo a lo largo de estos años, y que ese es uno de sus desafíos para el Torneo de Clausura 2026 que empezará a mediados de enero.
“Sé que por más que me ha costado, tengo la calidad y las condiciones para estar en cualquier lugar. Hoy en día estoy más maduro y más consciente de que tengo que mejorar y tarde o temprano alcanzaré lo que más quiero”, expresó.
Además, tiene metas por cumplir no solo en la cancha, sino también en las aulas, pues reveló que en 2026 ingresará a la universidad para estudiar Psicología, y que sin duda, eso es algo que lo motiva.
“Una de las razones es porque quiero ayudar a los deportistas más jóvenes en la parte integral, ya que vivimos en un ambiente qué nos puede confundir y nos hace pensar que somos intocables, y creo que es una ventaja ser un psicólogo que haya jugado fútbol y haya sido portero”, afirmó Miguel Ajú.
Ahora, él tiene contrato con Pérez Zeledón hasta diciembre de 2026 y cuenta los días para que la pelota vuelva a rodar.
