
Los aficionados que acudieron al estadio Alejandro Morera Soto para el primer partido de la final de Copa Centroamericana entre Alajuelense y Xelajú no lo podían creer: dos penales detenidos por el arquero visitante en apenas media hora de partido.
El uruguayo Rubén Silva fue el encargado de alcanzar tan difícil logro ante los cobros de Joel Campbell y Celso Borges.
Sin embargo, ya esta misma pesadilla de los rojinegros había ocurrido décadas atrás. Y el protagonista fue uno de los jugadores que participó en el primer Mundial de Costa Rica, Italia 90.
Alajuelense recibió al Municipal Puntarenas el 2 de febrero de 1988, en partido correspondiente a la temporada de 1987. En aquella época era común que los campeonatos finalizaran al año siguiente, pues el calendario sufría constantes atrasos, especialmente por compromisos de la Selección.
Los manudos eran dirigidos por Joseph Bouska, quien después alcanzó un bicampeonato con Saprissa. Por su parte, Puntarenas era el campeón defensor de la Primera División, al mando del inolvidable Marvin Rodríguez.
Los porteños sorprendieron con anotación de Luis Enrique Galagarza al minuto 9. El recio mediocampista venció al arquero Alejandro González tras un tiro de esquina del brasileño Kleber Ponce (en este recuento, todos los nombres son históricos, algunos ya fallecidos).
Obviamente la Liga se fue al frente, aunque enfrentó la desventaja de quedar con uno menos al 29 por la expulsión de Óscar Ramírez. Según reseña la crónica de La Nación, el hoy técnico rojinegro vio la tarjeta roja por “golpear a un contrario”.
Aún así, los manudos sostuvieron el ímpetu y tuvieron una primera oportunidad para empatar cuando Juan Cayasso cobró un penal. Ahí emergió la figura de Hermidio, de 23 años en ese momento, pues detuvo el disparo.
A cinco minutos del final, el árbitro Rodrigo Gutiérrez señaló otro penal para la Liga. El encargado de cobrar fue Hernán Fernando Sosa, pero Hermidio le volvió a decir que no y Puntarenas se dejó la victoria 1-0.
Barrantes fue uno de los convocados al Mundial de Italia 90 y le tocó atajar en el último partido ante la entonces Checoslovaquia. Para siempre quedará también aquella noche en que silenció dos penales en el Morera Soto.
