Desde la lesión de Ariel Rodríguez, Paulo César Wanchope, técnico del Deportivo Saprissa, ha tenido que jugar sin un ‘9’ nato.
Rodríguez sufrió una molestia muscular en la fecha 22, de visita contra Pérez Zeledón, y salió al terminar el primer tiempo.
Luego de ese compromiso, los morados enfrentaron tres partidos —dos de la semifinal ante Herediano y uno de la final con Alajuelense— y lo hicieron sin el centrodelantero.
Mariano Torres asumió, en el primer choque contra Herediano en el Estadio Ricardo Saprissa, esa función de falso ‘9’, pese a que Paulo César cuenta con un centrodelantero, el español Sabin Merino.
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Pero tras la lesión de Ariel Rodríguez, y en los tres juegos más importantes, Wanchope no dejó a Merino ni en la banca. Frente a Herediano y La Liga, el europeo estuvo en las gradas.
Paulo César Wanchope tiene dos meses como técnico del Deportivo Saprissa, periodo en el que ha dirigido 13 juegos a los morados. En esos 1.170 minutos desde la zona técnica, Paulo le dio a Merino 168 minutos en la cancha; los últimos fueron en Pérez Zeledón.
Merino ingresó en lugar de Ariel Rodríguez, jugó 45 minutos y luego desapareció. Parece que Sabin Merino pasó al olvido, pese a que en cada compromiso el timonel debe analizar si juega con ‘9’, con falso ‘9’ o, definitivamente, sin centrodelantero.
En la conferencia de prensa previa al clásico de este miércoles contra Alajuelense, a Paulo le preguntaron por qué prefiere jugar sin un ‘9’ si tiene a Sabin Merino.
El entrenador dio su versión sobre el futbolista y las determinaciones que él, como técnico, debe tomar.
“Está muy bien, está luchando, entrenándose al máximo. Son decisiones que uno, en el camino, tiene que tomar”, dijo Paulo, quien añadió que conversar con el deportista y decirle que no lo va a utilizar no es nada sencillo.
“Es muy complejo, porque comunicarle a un jugador que a veces no va a estar dentro de la alineación, o ni siquiera en la lista de convocados, no es fácil. Para uno como entrenador, eso es bien incómodo”, expresó Paulo César.
Wanchope añadió entender bien la situación, porque en su etapa como futbolista pasó por lo mismo.
“Uno que estuvo como futbolista lo vivió en muchas ocasiones, cuando ni quedé en lista o no era titular o estaba en el banco. Pero bueno, es el trabajo que tengo en estos momentos: tomar las decisiones para lograr los objetivos”, destacó el entrenador de Saprissa.

- ¿Qué criterio tiene de la parte ofensiva de su equipo?
- Ha sido buena, pero siempre hay que ver con lupa, y sobre todo en las etapas finales uno va a querer más. Hace unas semanas dijimos que, independientemente de clasificar o no, de quedar campeón o no, nosotros no nos vamos a engañar y sabemos que podemos dar más. A veces uno podría sonar injusto; me dicen que en dos juegos acá hicimos siete goles y eso es muy bueno, pero estamos en una etapa donde requerimos ser mucho más detallistas, más exigentes, porque queremos más y porque la institución y la afición así lo demandan. La exigencia es máxima y nosotros también somos autocríticos. A pesar de clasificar y estar jugando estas etapas finales, somos conscientes de que no fuimos lo que siempre ha sido Saprissa. Me corresponde estar encima de los jugadores, y ellos, conscientes, con todo el compromiso para mejorar y dar más.

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