La vocera del alto tribunal, Graciela Rame, declaró a la AFP que, al ser rechazado el planteo del portero, la sentencia vuelve a la instancia de origen, que se encargará de hacer cumplir el fallo que lo condena a una suspensión por trece meses.
El fallo, convalidado de hecho por la Corte, deriva del proceso abierto contra Chilavert a raíz de los graves incidentes que protagonizó durante un partido de Liga local que Vélez disputó con Gimnasia y Esgrima de La Plata en 1994.
La Corte Suprema remitió el expediente al tribunal de origen, razón por la cual la condena quedó firme, según el Palacio de Justicia.
Chilavert no sólo no podrá jugar en el país en los próximos 13 meses sino que además pesa sobre él una condena adicional de tres meses de prisión en suspenso, acusado de haber cometido lesiones a un utilero durante aquel encuentro de fútbol.
La causa volverá ahora a la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires, tribunal que no había hecho lugar a la apelación presentada por el futbolista.
Conocido el voto de los ministros de la Corte, Chilavert declaró a los periodistas que estaba "tranquilo" pese a la significación de la medida y sostuvo que en la Argentina "pueden caminar tranquilamente los asesinos como (el ex general golpista paraguayo) Lino Oviedo".
"Me duele que un país como Argentina tenga a un ex golpista y asesino de gente muy joven de Paraguay deambulando por las calles de Buenos Aires", dijo a los periodistas al término del entrenamiento de Vélez.