La metralla que recibió Costa Rica en su primer Mundial de futbol femenino Sub-17 , fue impresionante: 73 disparos de la artillería de Alemania, Corea del Norte y Ghana.
De esos 73 remates, solo ocho fueron goles en contra de las ticas. La gran culpable de que la cifra no creciera tiene nombre y apellidos: Priscilla Tapia Castillo, de 17 años y un futuro enorme en este deporte.
Ella, nativa de Puntarenas, se convirtió en la mejor figura de una Sele debutante y nerviosa, al neutralizar con acierto y temple los intentos rivales en la cita mundialista, que se juega en Nueva Zelanda.
“No me siento la figura de Costa Rica. Respeto lo que diga la prensa. Yo solo hice lo que el profe (Gabelo Conejo) me enseña. Quería ganar los partidos y me esforcé a lo máximo”, confesó anteayer, antes de dejar Wellington, Nueva Zelanda.
“Me hicieron buenos goles, con delanteras que saben definir muy bien, y sé que fallé en algunas jugadas. Pero, gracias a Dios, las cosas se me dieron en el Mundial”, dijo.
Tapia resaltó que el secreto fue la concentración que tuvo, gracias a una preparación mental fuerte.
“Leo bien los partidos y me mantengo motivada y activa. Mi mente y mi cuerpo están metidos en los juegos. Así entro en calor y el frío se me va. Dicen que ‘si no se es loco, no se es portera’; y soy un poco así”.
Comentó que esta vez al equipo le faltó mayor corpulencia física y hacer los goles, aunque afirmó que se mejoró en el aspecto táctico.
“La experiencia fue muy buena ante grandes equipos. Aquí vinimos a ciegas, sin saber nada, pero ya sabemos lo que es un Mundial”.
Priscilla sugirió a la Fedefutbol continuar el proceso de la Sub-17 y apoyar más a las ligas menores, para fomentar el futbol femenino.
Lo que viene. Desde Oceanía ya la relacionan con posibles contratos para jugar en Los Ángeles (EE. UU.) y España, que aún “no están definidos”, según confesó la sólida guardameta de UCEM de Alajuela.
“Esto no es algo seguro. Es una posibilidad que me podría salir. Si se da lo de Estados Unidos, para jugar allá, no la voy a desaprovechar y buscaría estudiar educación para atender a niños especiales con el síndrome de Dawn”, detalló..
Ahora, con 1,74 metros y 66 kilos, se perfila como la futura guardameta titular de la Sub-20 y Mayor, con las que ya recoge experiencias.
Su profesor en el marco, Luis Gabelo Conejo, le transmitió a Priscilla Tapia la experiencia de siete Mundiales, en especial sus trabajos de formación en selecciones ticas.
“Yo le he dicho a Priscilla lo que siempre me decía Bora (Milutinovic), que había que anticipar qué cosas le podían pasar. La preparación estuvo muy buena, a pesar de las limitaciones que hay en el futbol femenino”, explicó Gabelo.
El mundialista de Italia 90 explicó que ella se sale del rol del futbol femenino. “La muchacha es tímida en las bolas divididas, pero Priscilla es todo lo contrario: es muy agresiva y va bien en el juego aéreo. Técnicamente, mejoró muchísimo”.
Según su entrenador, ella saca con certeza de volea, con derecha o izquierda, y se maneja bien con balones en movimiento que son devueltos. Pero debe mejorar el golpe del balón en los saques de puerta.