
La surfista nacional Paulina Summers tenía un gran arranque de temporada 2020, como líder del Circuito Nacional de Surf en las categorías Open y Juniors, por lo que sus sueños de alcanzar el primer campeonato y volver a la Selección Nacional estaban en sus prioridades.
Sin embargo, el Circuito se suspendió después de dos fechas debido a la pandemia del covid-19, por lo que la joven tuvo que dejar de entrenar ante el cierre de las playas y esperar en su natal Playa Cocles, en Limón, hasta que se dieran los permisos.
La espera se hizo larga para Paulina, de 17 años, quien una vez que abrieron fronteras decidió marcharse a Idaho, Estados Unidos, donde consiguió trabajo en un rancho de caballos, por medio de unos amigos y también en un restaurante, con el objetivo de ahorrar para pagar sus viajes y competiciones internacionales.
La decisión no fue sencilla, pero al no poder continuar con sus prácticas habituales prefirió tomar nuevos rumbos.
“No podía surfear, entonces realizaba ejercicios con mi entrenador y también en la patineta. Como las calles en Costa Rica estaban cerradas, aprovechaba para patinar. Pero era bastante difícil, pues no se podía salir, ir a la playa, ni se podía hacer mucho. Entonces tomé la decisión de venirme a Estados Unidos y hacer algo diferente por unos meses, pues había más oportunidades de trabajo”, aseguró Summers.
El deseo de aprender a cabalgar fue uno de los motivos que la llevó a aceptar el trabajo en el rancho, pues aclaró que nunca había estado cerca de los caballos.
“En el rancho lo que hago es mantener los caballos, les doy de comer en las mañanas, ayudo con la limpieza y con las lecciones, para estudiantes que están aprendiendo a andar a caballo. A mí también me enseñaron a montar para poder enseñar”, comentó Summers.
La atleta también labora en un restaurante de comidas rápidas por las tardes y noches, para ganar un poco más de dinero. Allí hace lo usual, desde preparar los alimentos hasta atender a los clientes. Además, continúa con sus estudios de secundaria de manera virtual, lo que la ha mantenido ocupada.

“Aquí en Estados Unidos he podido aprender mucho y tener nuevas experiencias. También la oportunidad de trabajar me ha permitido no solo crecer como deportista, sino como persona. Extraño mucho a mi familia y a mis amigos. Es quizás lo más difícil. Pasaron más de seis meses desde la última competencia y es muy complicado”, dijo Summers a la Federación de Surf de Costa Rica.
Sin playa. El estar lejos de la playa, aproximadamente a 14 horas de la más cercana, es otro de los retos que tiene la nacional, por lo que se las ha ingeniado para mantenerse en forma.
“Donde estoy viviendo hay un parque para patinar muy cerca, entonces he estado patinando y con ejercicios en casa. Tengo un entrenador físico, cuyo programa se llama Fitnessvida. Él me ayuda mucho desde Costa Rica con toda la parte técnica. He estado entrenando con él por un año y me emociona mucho tener mi propio entrenador para mantenerme en forma”, añadió Summers.
Paulina, quien participó en dos mundiales Junior de la Asociación Internacional de Surf (ISA), indicó que espera pronto volver a las competencias en el país, para intentar mantener el liderato en ambas modalidades. El fin de semana se trasladó a California a surfear para mantenerse activa.
“Extraño mucho ver a mis amigos y competir. Todos son como familia para mí, especialmente con la Federación y el Circuito Nacional. Este es mi octavo año compitiendo; entonces, hemos crecido y aprendido todos juntos. Es como una familia que no puedo ver en este momento. Ha sido una de las cosas más difíciles”, añadió Summers.
