JACKSONVILLE, Florida. En la cumbre de su deslumbrante carrera, cuando la mexicana Lorena Ochoa acumulaba victorias rumbo al primer sitio del ranquin, echaba una mirada a la sala llena de reporteros y decía dulcemente: Hola.
Es una de las razones por la que es difícil escucharla decir adiós.
Ochoa había dado algunos indicios en los últimos años de querer más de la vida que trofeos.
La mexicana de 28 años está comprometida con la construcción de una escuela para niños necesitados en su natal Guadalajara, y en diciembre se casó con Andrés Conesa, director de la aerolínea Aeroméxico, quien tiene tres hijos de un matrimonio anterior.
Y Ochoa quiere tener sus propios hijos. El comunicado, que decía escuetamente “ Lorena Ochoa confirma su retiro de la LPGA”, no dejó de ser sorprendente.
La mexicana dijo que no hablará de los detalles de su retiro hasta que se lleve a cabo una conferencia de prensa mañana México, pero si este es definitivo renunciaría al Salón de la Fama. Ochoa obtuvo los puntos mínimos requeridos para ingresar hace dos años, pero necesita completar 10 años como integrante de la LPGA para ser aceptada y este es su octavo año en la gira.