Ipanema, Brasil.-
Doña Brenda Charles era el motor de Karen Cope y cuando la mamá de la voleibolista murió, ella entró en una depresión que estuvo pensando seriamente en retirarse del deporte.
Sin embargo, Karen optó por continuar, porque sabía que su mamá era feliz cada vez que la veía jugar y no le quería fallar.
Se propuso hacer más historia y este sábado, junto a Natalia Alfaro, Cope protagonizará el primer partido del voleibol de playa de Costa Rica en unos Juegos Olímpicos, un sueño que se persiguió durante mucho tiempo, que parecía complicadísimo, pero que se hizo toda una realidad.
“En el 2011 falleció mi mamá, en ese momento no estaba jugando playa y, fue duro porque era la persona que más me apoyaba, mami era la que me llevaba a los torneos, a los entrenamientos, me levantaba el ánimo, era como mi muro, pero pasando el tiempo mi familia y mi novio seguían atrás mío apoyándome”, relató Karen Cope con mucho sentimiento.
Y agregó: “Todo el mundo estaba ahí pendiente, los amigos aparecieron en el momento que más lo necesitaba. Por ahí en algún momento llegué a dudar y dije no la verdad, ya no más, no quiero nada, estaba cansada, como deprimida, pero un empujoncito de ellos llegó en el momento justo”.
Ahí fue donde vino el cambio del voleibol de sala al voleibol de playa.
“Había que entender que tenía que trabajar, que éramos solo Natalia y yo en la cancha, eso es un cambio muy drástico porque antes uno tenía cuatro o cinco compañeras más en las que apoyarse en cualquier cosa que estuviera saliendo mal. Había que aprender a jugar con cabeza fría, a tomar decisiones rápido, aprender a reestructurar el juego para que el trabajo entre ella y yo saliera de la mejor manera”.
Recalcó que en ese 2011 estuvo a punto de tirar la toalla.
“Yo estaba ceñida en que ya había sido todo de mi parte y creía que ya no podría hacer nada más, ya habíamos ido a dos mundiales de sala, no estaba muy motivada por el voleibol y no sentía esas ganas de entrenar, o quiero mejor esto, mejorar lo otro y ahí empiezan los cuestionamientos”.
Además, tenía problemas de salud.
“Por un tiempo estuve muy enferma, me desmayaba, médicamente hablando el problema era como que mi cuerpo se estaba comiendo mi masa muscular porque la ingesta calórica que estaba haciendo no era la suficiente”, contó Cope.
Al tiempo se recuperó y empezó a ganar peso.
“Las chiquillas me llamaron que vamos a entrenar, que cómo voy a dejar el voleibol a estas alturas yo tan joven, toda una serie de cosas, fui a un entrenamiento, luego fui a otro y me volví a enredar. Me quedé en sala, pasaron dos años y Naty me llamó para que me fuera a jugar playa con ella, me dijo que teníamos una posibilidad grande pero que había que trabajar mucho, entonces me pasé”, recordó.
Y ahora, ella sabe que esa fue la mejor decisión.
“Todo valió la pena, tantas noches quizás de dormir mal, tal vez en algunos torneos no comíamos bien, o nos tocaba un torneo medio feo o que no nos iba tan bien como nos hubiera gustado. Creo que todo eso sumó para lo que tenemos ahora. Saber que todo lo que uno pasó, los enredos, las tristezas, los dolores musculares, todo ese rol que tiene que hacer uno como atleta, que tuviera su premio”.
Cope piensa que tuvo que haber hecho algo bien para estar viviendo esta experiencia en los Juegos Olímpicos Río 2016.
“Me llena mucho saber que lo logramos, que fue un trabajo a conciencia, que fue lo que siempre me inculcaron en mi casa, que las cosas llegan para quien trabaja por ellas. En ese momento yo escuchaba a mi mamá diciéndome usted trabajó por eso y aquí está su pago, entonces eso me llena mucho de satisfacción porque yo sé que ella está muy orgullosa de mí, al igual que el resto de mis familiares, mis amigos, mi novio, todo eso que llena y suma para sentirse uno bien, pleno, satisfecho y contento”.
Y precisamente por ese amor hacia su mamá y lo que ella significó y aún significa en su vida, Karen Cope jugará en Río 2016 con el apellido de su progenitora, porque cree que es un gran homenaje que le puede hacer a quien siempre la impulsó para que alcanzara sus sueños y nunca se diera por vencida.
Expectativas
“Las expectativas son muchas a nivel de atleta, queremos ir a competir y que se sepa que Costa Rica es un país chiquitito y todo pero que tenemos buenas jugadoras y que tenemos gente que trabaja duro a pesar de no tener las mismas facilidades de muchas de nuestras rivales”, destacó Cope.
Bajo las órdenes de Ingrid Morales, Karen y Natalia juegan este sábado contra las australianas Taliqua Clancy y Louise Bawden.
Ese juego corresponde al Grupo F y comenzará a las 12 mediodía de Río de Janeiro (9 a. m. de Costa Rica).
“Queremos sentar un precedente y que desde ya empiecen a vernos como una amenaza para el futuro, para lo que sea, pero que se nos tome en cuenta como uno de los equipos a los que hay que tenerle cuidado”, señaló Karen.
Ella afirma que es muy realista.
“Las posibilidades de que nosotros ganemos una medalla ahorita es bastante nula, es limitada. Por el simple hecho de que enfrentaremos a equipos que se rozan entre ellos durante todo el año y nosotros los vemos una o dos veces. El roce y el fogueo que tienen ellos nosotros no lo tenemos y en el área de nosotros no hay equipos de ese nivel más que Cuba y México y, nos lo topamos una vez al año. Es difícil pero los ticos nos caracterizamos por no echar para atrás, eso es lo queremos hacer, pararnos bien en la cancha, plantarnos, proyectar nuestro juego y que sea vea que sí hay Costa Rica para rato y que sí podemos hacer algo en el futuro”, finalizó Karen Cope.
Las ticas debutarán contra Australia, pero también tendrán que medirse en primera ronda a Holanda y Venezuela.
Favoritas
1. Nombre: Larissa Franca y Talita da Rocha
País: Brasil
Reseña: Son la número 1 del ranquin y favoritas al estar en casa.
2. Nombre: Laura Ludwig y Kira Walkenhorst
País: Alemania
Reseña: Van por la revancha al quedarse en blanco en Londres.
3. Nombre: Kerri Lee Walsh y April Ross
País: Estados Unidos
Reseña: Son las terceras del ranquin mundial, pero favoritas al oro. Estados Unidos domina este deporte desde los juegos del 2004.
Máximo ganador
Estados Unidos con Kerri Lee Walsh y Misty May-Treanor con las máximas ganadoras con 3 medallas que son en Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012.
¿Desde cuándo es deporte olímpico el ciclismo?
El voleibol playa se convirtió en deporte olímpico en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, resultando un enorme éxito tanto entre los jugadores como entre los espectadores. El deporte se incluyó en las justas olímpicas gracias a Juan Antonio Samaranch.
Clasificación
De los seis grupos de cuatro equipos clasifican los dos primeros, que avanzan a la segunda ronda. Los equipos se van eliminando en muerte súbita hasta disputar oro y plata. Los equipos perdedores de la segunda ronda, cuartos de final y semifinales juegan varias rondas de repechaje hasta quedar solo dos por la disputa de la medalla de bronce.