Schweini fue todo un alemán

Cuanto alemán sale en películas, de guerra o no bélicas, tiene cara de Bastian Schweinsteiger.

Otra forma de decirlo es que Schweini es alemán, por donde quiera que se le vea, hasta en el terreno de juego. No es un mago con el balón, pero lo trata con cariño, mientras que en defensa es recio sin caer en el juego sucio.

Además tiene esa maña alemana de hacerse grande en los juegos más importantes, ayer esto lo sufrió Argentina.

Los albicelestes se llevaron una tunda de las memorables (4-0), en gran medida por que el corpulento Schweinsteiger fue el pastor alemán que controló los avances sudamericanos y destacó en la creación de juego de la cintura europea.

Schweinsteiger, que nació hace 25 años en Baviera, en la casi impronunciable localidad de Kolbermoor bei Rosenheim, ayer se confirmó como ciudadano de todo el territorio alemán.

Su presentación ante el poco admirado rival argentino fue total, ganó en el terreno de juego y en las palabras dejó al entrenador Diego Maradona con la boca cerrada.

El Pelusa le había preguntado antes del duelo si estaba “nervioso”, por unas declaraciones del volante del Bayern Múnich.

“Los argentinos son irrespetuosos en el campo”, había dicho el centrocampista, poniendo un poco de pimienta. Maradona respondió, y los líderes de la Mannschaft salieron a defenderlo, pero con la manera en que ayer se desempeñó, quedó claro que no ocupaba mucha ayuda para escudarse de los ataques de una de las lenguas más filosas del balompié planetario.

Su segundo Mundial lo ha visto ser una pieza clave del funcionamiento de los Panzers, y ante Argentina fue el líder de un combinado que poco a poco va vistiéndose de favoritos para alzar su cuarta Copa del Mundo.

Cuando el entrenador teutón, Joachim Löw, convocó a sus huestes, Schweinsteiger figuraba como pieza clave de su armado.

Ante los argentinos demostró el arsenal de aptitudes que lo hacen un astro del futbol mundial.

En defensa cortó avances, con la bola en los pies dio salida clara y puso la mitad de los goles que se llevaron los albicelestes en el saco.

El primer gol fue un centro que rozó Thomas Mueller, el tercero, y su segundo pase de gol, fue un desborde por derecha, que encontró a solo al defensa Arne Friedrich.

El timonel Löw afirmó que Schweinsteiger es de “los mejores del mundo desde hace tiempo”.

Esto podría ser un poco exagerado, pero por lo visto ante Argentina, es complicado no afirmar que tiene cualidades excepcionales.

A pesar de confesar ante la prensa que la victoria contra Argentina le da “una gran satisfacción”, el mediocampista teutón comentó que no tienen tiempos para celebraciones porque ya “hay que pensar en el próximo partido”.

El siguiente encuentro, en la ronda de semifinales, será el segundo consecutivo para los europeos en estas instancias.

Schweini, sus compañeros y sus compatriotas esperan que esta vez el viaje no se quede un paso antes de la gran final, el sueño de todos.

Se utilizó información de las agencias AFP, EFE y de las páginas de Internet FIFA.com y soccernet.com