
Dejar Costa Rica y buscar nuevos horizontes para mejorar su vida no es algo nuevo para la boxeadora Hanna Gabriel. Cuando estaba soltera lo hizo para salvar la casa de su madre Yolanda Valle.
En febrero se marchó otra vez a Estados Unidos, para instalarse en Las Vegas junto a su hija Mía; su esposo, el también boxeador Bryan Tiquito Vásquez; y su madre.
Cinco meses después, el sacrificio parece dar su recompensa, ya que el este domingo viajará a Caracas, Venezuela, para enfrentar a la uruguaya Katia Alvariño el sábado 18 de junio, con el propósito de unificar su título mundial de las 154 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) con el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
"La decisión de emprender un nuevo camino no fue fácil, siempre es preferible estar en el país, junto a la familia, pero la falta de apoyo y algunos inconvenientes en el ambiente de trabajo nos motivó a emprender otro rumbo, a tomar la oportunidad que se nos presentó, de la cual no podemos arrepentirnos", sentenció Hanna.
La pugilista confesó que se instalaron en las afueras de Las Vegas, y que usa un gimnasio de la promotora International Brotherhood of Prizefighters. Aunque empezaron a trabajar solos, pronto contactaron al entrenador Chris Harris, quien desde entonces le ayuda a ella y a Tiquito a mejorar y pulir su estilo de boxeo.
"El entrenador nuevo nos ayudó a explotar aún más nuestras cualidades. Siento que con los anteriores, llegamos a un punto en el que no íbamos a avanzar más, pero ahora con Chris, tanto Bryan como yo, nos sentimos cómodos y en Venezuela voy a mostrar una mejoría, que nos ayudará a pelear mejor. Verán otra faceta y un estilo más elaborado de mi boxeo", añadió Gabriel.
Hanna enfrentará a la uruguaya Alvariño en el domo José María Vargas, en La Guaira de Venezuela, en un combate pactado a 10 asaltos.
Gabriel (15 ganados, 1 empate y una derrota (15-1-1) se medirá con Alvariño (8-2-1), quien es derecha y de mayor estatura que la nacional, pues mide 1,80 metros de altura, mientras que la tica es de 1,72 m.
