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Roger Federer va a toda velocidad a convertirse en el mejor tenista de todos los tiempos. De seguro ya consiguió los títulos que necesita para quedar en el escalón más alto del Olimpo, pero su gloria estará incompleta mientras no logre una victoria en Roland Garros.
El Abierto de Francia comienza precisamente hoy, con el suizo al tope de la lista de favoritos.
Federer ganó tres veces los Abiertos de Australia y Estados Unidos, y en cuatro ocasiones levantó el trofeo en forma de ensaladera de Wimbledon. Así que, del cuarteto del Grand Slam (los cuatro torneos más importantes y prestigiosos del deporte blanco) solo se le resiste la cita francesa.
Dos factores pueden explicar semejante deuda pendiente. Primero, la superficie de tierra batida de Roland Garros, que no es precisamente su favorita pues le impide aventurarse a subir a la red.
Segundo, la aparición del español Rafael Nadal, experto en arcilla y bicampeón del torneo parisino, que lo derrotó en la final 2006.
La “amenaza Nadal” sigue latente, sobre todo cuando hay polvo de ladrillo de por medio. No obstante, Federer ya demostró que puede vencer al español en su terreno favorito, al doblegarlo hace dos semanas en el Abierto de Hamburgo.
El mallorquín terminó ahí la cadena de 81 victorias consecutivas sobre arcilla. El mensaje le quedó claro: no es imbatible, menos ante el número uno del mundo.
Escollo. Nadal jugará la primera ronda del torneo francés ante Juan Martín del Potro, quien ocupa el lugar 58 del ranquin mundial.
No debería ser un problema para el español, tomando en cuenta que del Potro apenas está en su segundo año como profesional.
Federer, en tanto, comenzará ante el estadounidense Michael Rusell (71 del orbe). Las dificultades empezarán en la cuarta ronda, porque si no hay sorpresas le tocaría enfrentarse al ruso Nikolay Davydenko (cuatro) o al español Tommy Robredo (noveno).
Nadal, en tanto, cruzaría raquetas con el australiano Lleyton Hewitt (16), si ambos sobreviven hasta los octavos de final.
Latinoamérica presenta algunas cartas. La más importante de todas podría ser el chileno Fernando González, quinto sembrado, aunque también hay otros nombres conocidos como David Nalbandián (15), Juan Ignacio Chela (18) y Guillermo Cañas (19).
Esos números para identificar a cada jugador pueden no representar nada al final. En el tenis, como en cualquier deporte, todo es posible. En el Roland Garros 1990 los dos primeros sembrados en masculino –Stefan Effenberg y Boris Becker– quedaron eliminados en primera ronda, el mismo día.
Siempre hay margen para algún descalabro, y para que algún inesperado dé la tonada más alta. Eso es lo bonito.Se usó información de AP, AFP, EFE, Reuters, DPA, rolandgarros.com, atp.com, wta.com, archivo de La Nación y datos de Ricardo Castro, presidente de la Federación Costarricense de Tenis.
