La sentencia se dictó en el Alto de La Covatilla y si no sucede algún imprevisto, Primoz Roglic (Jumbo Visma) subirá este domingo al podio para recibir la corona como el campeón de la Vuelta a España.
El esloveno no atacó y se repitió la historia del domingo pasado en el Alto L’Angliru, porque ante una aceleración del ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers), Roglic no pudo responder como hubiese querido.
Todo pasó a falta de dos kilómetros para la meta. Carapaz veía de forma constante hacia atrás y al detectar que su rival de nuevo no tenía respuestas en la montaña, se convertía literalmente en la ‘Locomotora del Carchi’.
La diferencia de ellos era de 45 segundos, un tiempo que Roglic sacó a través de las bonificaciones logradas en cuatro triunfos de etapa y tres segundos lugares.
Carapaz descontaba tiempo, con mucha personalidad en ese ataque que pudo darle mayores réditos y que al final solo logró quitarse 21 segundos de encima porque el esloveno, que se había quedado sin peones, contó con una ayuda caída del cielo.
Él estaba con Hugh Carthy (EF Pro) y dos hombres de Movistar: Enric Mas y Marc Soler.
Los corredores de la escuadra telefónica se pusieron a colaborarle a Roglic, como si fuesen sus propios gregarios y para ellos ya no había ningún objetivo con ese movimiento. Lo que lograron fue evitar que su excompañero se acercara a quitarle el título al capo del Jumbo.
Quedó la clara impresión de que esa movida fue como pasarle una factura a Carapaz por haberse ido de Movistar al Ineos.
Fue una situación extraña, que deparó múltiples críticas, inclusive por parte de hombres con trayectoria en esa estructura, como Iván Gutiérrez, quien en sus redes sociales posteó: “Hace nueve años en la primera presentación de mi equipo Movistar solo nos pidieron honrar la marca. Hoy mi equipo no lo ha cumplido. Guste o no guste”.
El exciclista de esa estructura, Luis Pasamontes también señaló que no entendió lo que hizo Movistar al final.
Mientras que eso pasaba, Roglic y Carapaz se saludan, porque al final, son rivales en competencia, en un deporte donde pocas veces juega el espíritu de venganza. En realidad, lo que prevalece es la competitividad.
Ineos exaltaba en sus redes sociales el temple del ecuatoriano para dar la pelea hasta el final, aún cuando las cosas parecían complicadas y no darse por vencido nunca: “Tenacidad personificada por Richard Carapaz, quien lo dio todo en carretera”.
“Conocía la subida, la habíamos hecho en 2018, la conocía perfectamente y también el aire fuerte que era parte de la carrera”, explicó Carapaz.
Era el último combate, la etapa decisiva antes de que se corra lo que en una vuelta grande siempre es una especie de “paseo” para el campeón.
Andrey Amador también se fajó en su trabajo, dando todo lo que tenía en un día que el suspenso quedaría para la escalada a La Covatilla, pero que en realidad, había que llevar muy bien la etapa, que tenía otros ascensos.
El tico de nuevo se convirtió en el último hombre que le quedó a Carapaz, una yunta que se conoce bastante bien y que en la próxima temporada se verá de nuevo batallando.
“He intentado pelear mientras hemos podido”, expresó el ecuatoriano, para agregar que en términos generales se va con la frente en alto, porque fue un rival digno: “Muy bien, muy contento por cómo ha sido toda la Vuelta, hemos estado en la pelea”.
Carapaz descontó 21 segundos, pero insuficiente para lograr su cometido, una vez que se dio la extraña alianza de Movistar con Roglic, quien es campeón virtual, revalidando el título que consiguió el año pasado en la ronda española.
Este domingo se correrá la última etapa, a la que Roglic llega con 24 segundos de ventaja sobre Carapaz, y 47 respecto al británico Hugh Carthy (Education First).
Por delante de los favoritos, los últimos supervivientes de una gran escapada, se jugaron la etapa con David Gaudu (Groupama FDJ), llevándose el triunfo, con un tiempo de 4:54:32.
El francés cambió de ritmo en los últimos siete kilómetros para alcanzar a un trío de cabeza formado por Gino Mader (NTT), Ion Izagirre (Izagirre) y el británico Mark Donovan (Sunweb), a los que superó para cruzar la meta en primer lugar.
Gaudu se llevó así su segunda victoria en esta Vuelta a España, tras la que había logrado hace una semana en el Alto de la Farrapona.
Carapaz fue octavo en la etapa, a 2:35 y Roglic arribó en el puesto 10, a 2:56. Por su parte, Andrey Amador culminó el día en la posición 66, a 22:44. El tico ingresó a la meta al lado de su compañero Dylan van Baarle.
En la general, el exponente nacional se encuentra en el peldaño 53, a 2:10:34.
Solo queda pendiente un trámite para que caiga el telón. Una etapa de 139,6 kilómetros con salida en el Hipódromo de la Zarzuela, en las afueras de Madrid y con final en el corazón de la capital española.