Es el sueño de cualquier niño que aspire a ser beisbolista: llegar a batear con las bases llenas en una entrada adicional y volar la pelota para definir la postemporada con un grand slam.
Esto le pasó anoche a Nelson Cruz, quien resolvió el segundo juego de la final de la Liga Americana de la mejor forma posible.
Los Rangers de Texas ganaron, 7-3, a los Tigres de Detroit con un hito: es la primera vez que un juego de postemporada se define de forma tan soñada, con un grand slam.
Parte baja del undécimo episodio. Cruz se enfrentaba a Ryan Perry con sus compañeros colmando las almohadillas. Un sencillo hubiera bastado para ganar el partido, pero el dominicano buscaba la gloria. Ya había amenazado con una pelota larga que se fue de foul.
Llegó el cuarto lanzamiento y Cruz la voló ante la euforia extrema de los 51.227 aficionados que completaron la capacidad del Rangers Ballpark, en Arlington.
En la postemporada hay noches mágicas que definen el resultado de las series. Será difícil para los Tigres reponerse al 2-0 actual.
Por los Rangers, Josh Hamilton y Adrián Beltré pegaron dobletes impulsadores en el primer inning.
En la tercera entrada Ryan Raburn le pasó la ventaja a los Tigres al pegar un jonrón impulsador de tres anotaciones.
El mismo Cruz, con un jonrón, empató el juego en la sétima.
La serie se muda mañana a la casa de los Cardenales, donde el astro Chris Carpenter se enfrentará a Yovani Gallardo en la lomita.