
Palmares. A Jonathan Carballo las piernas le alcanzaron para todo: para encabezar la clásica Palmarín casi toda la distancia, para perderse, para volver a tomar el sendero correcto y para sobrepasar a todos sus adversarios y dejarse el primer puesto.
Carballo casi se lleva un tremendo disgusto en la edición 14 de esta prueba de ciclismo de montaña, de 38 kilómetros.
Iba de primero junto a Maikol Cambronero, mas a falta de 10 kilómetros un lugareño los desvió del trayecto original por mala fe o por desconocimiento.
Ambos tuvieron que devolverse, darle las “gracias” al buen samaritano y recuperar el terreno que habían perdido.
Los ciclistas de BCR-Pizza Hut, Federico Lico Ramírez y Henry Raabe, aprovecharon la circunstancia para tomar el primer lugar.
Sin embargo, Carballo –del equipo IBP Pensiones– regresó con furia a la competencia, los dejó botados y se anotó la victoria.
Cambronero (Super Pro-Cuscatlán) se cayó antes del final e ingresó en la tercera posición.
Por su parte, Alejandra Carvajal se adjudicó la rama femenina.
Mala suerte. Carballo sabe bien lo que es perder una carrera por tomar el camino equivocado.
Era el líder de la Ruta de los Conquistadores del 2004, pero en la segunda etapa se confundió en uno de los trillos hacia Turrialba y se apartó del trayecto oficial.
Los jueces lo descalificaron y Paolo Montoya fue el ganador.
“Me he perdido otras veces, es algo que a veces pasa. Espero que esto sea el inicio de una temporada en la que tenemos muchas expectativas”, señaló Carballo.
Por su parte, el pizzero Federico Ramírez indicó que no está en su mejor momento, pues luego de la Vuelta a Costa Rica descansó unos días para estar con su familia.
El equipo rojo combinará esta campaña el ciclismo de ruta con el de montaña. Henry Raabe, ganador de la pasada Vuelta, será el jefe de filas sobre el asfalto, pero se le dará oportunidad de que haga algunas competencias de la otra especialidad, como ayer.
La Clásica Palmarín es la primera estación del calendario de ciclismo de montaña esta temporada.
La salida y llegada están en el campo ferial y atraviesa varios distritos del cantón palmareño.
Y es que las fiestas que convierten la cuesta de enero en un pequeño diciembre también le reservan un buen espacio al deporte.
Se inscribieron cerca de 600 competidores, lo cual habla de una exitosa convocatoria.
Por supuesto que solo un pequeño grupo es de categoría élite. Ellos corren respaldados por equipos de ciclismo y su objetivo es buscar el podio y exhibir al patrocinador.
Para los demás, el principal reto es terminar y a lo mejor superar la actuación de la edición anterior.
Este grueso de ciclistas le da colorido y volumen a la carrera. Para muchos de ellos, vencer durante varias horas el terrible sol de la provincia alajuelense justifica todo el sacrificio y entrenamiento.