
Cartago. Como un amante del balonmano y de hacer obras de caridad sin que nadie lo supiera. Así recuerdan sus amigos a Alejandro Montero Greenwood, fallecido el miércoles mientras jugaba un partido de Primera División.
A inicios de los años 80, dos profesores del Instituto Tecnológico de Costa Rica, sede de Cartago, introdujeron el balonmano en el país y a Alejandro le agradó.
Era aún muy joven y se inscribió para practicarlo en el equipo del TEC, que luego se convirtió en Boxer’s, con el que jugó hasta el último minuto de su vida.
Además, era ferviente seguidor del Club Sport Cartaginés.
Sus compañeros de labores contaron que sufragaba con su salario los gastos de dos niños pobres de la escuela Monseñor Sanabria de Oreamuno, donde residía.
El técnico explicó las características de este jugador de 1,85 metros y contextura atlética. “Un zurdo como pocos en el país. Un gran goleador porque tenía un disparo muy fuerte desde su perfil”.
“Ayer (miércoles), a las 4:45 p. m. salió de su oficina en Oreamuno, muy contento llevaba los implementos para jugar ante Tres Ríos.
“Alejandro siempre era así, muy alegre con el deporte, incluso, era muy popular en su trabajo porque siempre estaba organizando “mejengas” de futbol entre sus compañeros”, agregó Reyes.