EscucharBarcelona, 18 ago (EFE).- Oleguer Presas, defensa del Barcelona, hizo hoy un llamamiento a la prudencia ante el ambiente de euforia generado por los resultados del equipo en la pretemporada y, especialmente, por la goleada (0-3) del partido de ida de la Supercopa ante el Betis.
"Se está sobredimensionando todo", manifestó Oleguer, quien admitió que la plantilla está "en buena forma y tiene calidad, pero sería un error pensar que uno es superior a todo el resto de rivales".
El canterano está convencido de que el Barcelona sufrirá "muchos problemas" para solventar más de un encuentro a lo largo de la temporada y lanzó un mensaje de cautela.
El defensa se refirió también al estado del césped del Camp Nou ante el partido del próximo sábado, después de que se cambiase la mitad por los desperfectos causados por el concierto del grupo irlandés U2.
Cuestionado sobre la opinión de la plantilla, Oleguer Presas se mostró esquivo y precisó que, en cualquier caso, los jugadores no pueden hacer nada.
"Es algo que hasta que no se juegue no se podrá decir nada y, en cualquier caso, la situación es la que es y sólo esperamos que la hierba esté bien el sábado", añadió Oleguer, quien, insistido sobre el asunto, respondió que, hasta que no se pueda quejar, mantendrá su confianza en los especialistas que han trabajado estos días con el césped.
El técnico Frank Rijkaard dispuso hoy por primera vez en toda la semana de sus internacionales, que regresaron de las concentraciones con sus respectivas selecciones a 48 horas del partido ante el Betis.
La única ausencia fue la del mexicano Rafael Márquez, quien se incorporará mañana a la plantilla azulgrana.
Por contra, el brasileño Anderson de Souza 'Deco' participó en el entrenamiento de hoy, una vez superadas unas molestias gástricas.
Entre los internacionales, dos que estrenaban convocatoria, el español Víctor Valdés y el argentino Leo Messi, éste último protagonista de una expulsión a los noventa segundos de su debut.
Messi analizó a su llegada a Barcelona la jugada que le costó la cartulina roja y reconoció el malestar que le produjo tener que abandonar el campo sin apenas haber podido intervenir en el juego, aunque apenas tuvo tiempo para lamentarse ante la inmediatez del partido ante el Betis. EFE
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