
Juliana Garcia dos Santos Soares, de 35 años, advirtió a otras mujeres sobre la importancia de reaccionar ante los primeros signos de violencia. Lo hizo después de recibir 61 golpes en el rostro por parte de su pareja, el exjugador brasileño de baloncesto Igor Eduardo Pereira Cabral, de 29 años.
El ataque ocurrió dentro del ascensor de un condominio en Natal, Brasil. Las cámaras de seguridad grabaron la agresión completa, cuyas imágenes generaron indignación en todo el país.
Juliana resultó con múltiples fracturas en la nariz, la mandíbula, el pómulo, el globo ocular y la base superior del maxilar. A raíz del daño, solo puede ingerir alimentos líquidos o blandos. Estaba programada para una cirugía de reconstrucción facial, pero el procedimiento fue aplazado por la hinchazón causada por la golpiza.
En entrevista con TV Record, Juliana explicó que la jueza del caso no pudo ver el video completo por su brutalidad. Según la víctima, la magistrada se sintió afectada por las imágenes y decidió mantener la prisión preventiva para Cabral.
La agresión comenzó tras una discusión por un mensaje que Juliana recibió en su celular. Cabral lanzó el teléfono a la piscina y subieron en ascensores distintos. Al reencontrarse en el piso del apartamento, ella optó por no salir al ver su actitud agresiva, pero fue atacada ahí mismo. Él le dijo que iba a matarla y comenzó a golpearla.
Vecinos la socorrieron tras el ataque y la trasladaron a un hospital estatal, donde permaneció internada varios días.
La Policía Civil investiga el caso como intento de feminicidio. El video forma parte central del expediente judicial.
Juliana relató que su pareja ya había sido agresiva antes, con empujones y maltratos psicológicos. Aseguró que su historia debe servir de advertencia a otras mujeres.
“Ante cualquier señal, hay que irse y no volver más”, dijo.
El agresor, Igor Cabral, formó parte de la selección brasileña de baloncesto 3x3 en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nankín, China, en 2014. También jugó en la Liga Nacional de Baloncesto.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
